Relic review


Kay y su hija Sam, viajan a la casa de Edna, madre y abuela respectivamente, quien ha desaparecido en extrañas circunstancias. Las horas pasan, y cuando ya parece que no hay respuestas, Edna reaparece. La alegría del reencuentro pronto dará paso a la sospecha debido al comportamiento de la anciana y, poco después, al temor acerca de su destino.

Título original: Relic

Año: 2020

Duración: 89 min.

País: Australia

Director: Nathalie Erika James

Guion: Nathalie Erika James, Christian White

Fotografía: Charlie Sarrof

Música: Brian Reitzell

Reparto: Emily Mortimer, Robyn Nevin, Bella Heathcote


Lleva el terror a un nuevo nivel.

El tiempo, esa ola inexorable que nos empuja a nacer, reproducirnos y morir; qué es de todos nosotros cuando ya no estamos… alguien debe recordarnos y perpetuarnos. De ese terror a la nada, y de otros más físicos y sobrecogedores, trata Relic.


Kay y su hija Sam, viajan a la casa de Edna, madre y abuela respectivamente, quien ha desaparecido en extrañas circunstancias. Las horas pasan, y cuando ya parece que no hay respuestas, Edna reaparece. La alegría del reencuentro pronto dará paso a la sospecha debido al comportamiento de la anciana y, poco después, al temor acerca de su destino.

La muy reivindicable ópera prima de Natalie Erika James podría incluirse en el terror familiar donde encontramos títulos como The Babadook, Hereditary, The Visit o Us, pero su discurso podría emparentarla directamente con la reciente Vivarium – en todo lo relacionado a las relaciones humanas y el transcurrir del tiempo – pero mientras la película de Lorcan Finnegan juega a lo críptico para ocultar el mensaje, Erika James y su coguionista Christian White dan la vuelta al concepto y lo que empieza como una historia familiar, se va tornando mucho más oscuro y siniestro.

Aunque la película sea australiana, en Relic hay mucha contención británica – y si me apuras diría irlandesa – con esa humedad que se te pega a la piel – cortesía del director de fotografía Charlie Sarrof -, esa historia entre lo real y lo sobrenatural enmarcada entre árboles verdes y, sobre todo, unos personajes que callan cuando deberían gritar. La cámara de Natalie Erika James es sobria, a veces demasiado, y al igual que el guion va desarrollando poco a poco la historia.

Y si has llegado hasta aquí seguro que te preguntas ¿pero Relic es una película de miedo? o, uff qué pánico, ¿un drama familiar? Relic es una película de terror, que va dando pequeños adelantos hasta que llega a la hora y pega un giro totalmente novedoso, que descoloca, sorprendiendo cómo algo tan complicado a priori puede realizarse de forma tan sencilla. Y sin efectos especiales o golpes de música, solo cámara e interpretación.


Para ejecutar este milagro, Natalie Erika James se rodea de un plantel totalmente femenino en el que sería injusto poner a una por encima de la otra: Emily Mortimer, Robyn Nevin, Bella Heathcote se nos presentan creíbles como familia y la directora consigue química entre ellas gracias a esos pequeños momentos como hacerles compartir cama o los silencios; aunque hay otros personajes resultan secundarios y solo relevantes para hacer avanzar la trama. Sorprende como una atmósfera puede resultar tan tensa sin tener que recurrir a los manidos jump scares o golpes de sonido, pero secuencia a secuencia uno intuye que algo se acerca y todo esto es gracias a que dirección, guion y trabajo actoral reman a favor de la historia.

Relic no solo es una muy buena carta de presentación de Natalie Erika James, sino la confirmación de que aún quedan territorios inexplorados en el mundo de la familia y el terror.

Firma: Javier S. Donate.

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