Blood Bound review


Kerry es una chica de 18 años que vive al límite. Una de sus aficiones es “visitar” las casas ajenas en busca de algo de pasta para vivir su alocada vida. La entrada equivocada en una mansión en la que habita una extraña familia, cambiará su vida y la de todos sus compañeros.

Título original: Blood Bound

Año: 2019

Duración: 96 min.

País: Estados Unidos

Director: Richard LeMay

Guion: Richard LeMay

Música: Adonis Tsilimparis

Fotografía: Jevyn Nelms

Reparto: Ross Wellinger, Timothy Hughes, Rosa Arredondo, Eden Brolin, Gerald McCullouch, Joseph Melendez, Eric Nelsen


Una terrorífica historia de sectas demoníacas.

Decir que una película se asemeja de alguna manera a la obra maestra La Semilla del Diablo (Rosemary’s Baby, Roman Polanski, 1968) tiene sus riesgos. Por un lado el de explicar más de la cuenta, cosa que no tuvieron en cuenta los encargados de poner título en español a ese hito del cine de terror moderno. Por otra parte intentar competir con obras de ese calibre parece algo suicida, cosa que evita sabiamente Richard LeMay al presentarnos su película Blood Bound.


Aunque intente zafarse de esa malvada correlación, las sectas satánicas aparecen en todo su esplendor con rituales más o menos originales pero que tampoco dan mucho más de sí. Ese agotamiento temático le va bastante en contra, puesto que la sucesión de imágenes son algo que hemos visto incontables veces. La historia, por tanto, resulta bastante familiar, dicho esto en todas sus variantes.

Kerry es una chica de 18 años que vive al límite. Una de sus aficiones es “visitar” las casas ajenas en busca de algo de pasta para vivir su alocada vida. La entrada equivocada en una mansión en la que habita una extraña familia, cambiará su vida y la de todos sus compañeros.

Interesante film con algunos altibajos, pero que destila honradez. De entrada, y como hemos comentado, le falta originalidad y su ritmo es un tanto irregular. Va dando acelerones, estando en la parte más alta cuando aparece el factótum, un ser con una fuerza infinita y una apariencia demoníaca, cosa que añoramos en muchas partes de la cinta.

El guión es algo desigual, intentando, sin hacer falta, explicarnos con pelos y señales unas cuestiones que a veces es mejor dejar en la penumbra. Su inicio en forma de thriller hace que temamos lo peor, para nuestra suerte un acertado golpe de timón nos lleva a la senda del terror, siendo su visionado bastante agradable y con algún que otro toque romántico que en esta ocasión no desmerece en absoluto.

Las, un tanto escasas, escenas gore están muy bien resueltas. La aparición estelar del ente demoniaco hará que se nos ericen los pelos, no solo ya por su aspecto, sino por las aficiones un tanto sangrientas que agrandan su currículo. No escatiman nada, así que estar atentos a la casquería que va apareciendo en la pantalla.

Por esto último tenemos que destacar al departamento de efectos visuales y especiales. Aunque hayan tenido poco trabajo, lo han desarrollado de una manera perfecta.


En las interpretaciones destacar a Eden Brolin (nieta de James Brolin) y Ross Wellinger en la parte protagonista. Del resto, ya un poco más secundarios, nombrar a Eric NelsenGerald McCullouch y Joseph Melendez.

Blood Bound es una película para pasar un buen rato, sin muchas complicaciones y con el aliciente de poder degustar de algunas escenas truculentas muy bien ejecutadas.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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