Nevrland review


Jakob es un adolescente de 17 años aquejado de un desorden de ansiedad que hace que su vida resulte bastante complicada. En un chat de contactos de temática gay conoce a Kristjan, un artista de 26 años, entablándose entre ellos una amistad, en principio, a distancia. La muerte del abuelo de Jakob lleva a este a replantearse toda su existencia, conociendo por fin en persona a Kristjan. Lo que viene a continuación es la antesala de la locura o de un atormentado encuentro consigo mismo.
Friedrich Nietzsche

Título original: Nevrland

Año: 2019

Duración: 88 min.

País: Austria

Director: Gregor Schmidinger

Guion: Gregor Schmidinger

Música: Gerald Vdh

Fotografía: Jo Molitoris

Reparto: Simon Frühwirth, Paul Forman, Josef Hader, Wolfgang Hübsch, Anton Noori, Markus Schleinzer


Terrorífica visión de la generación Z.

“Todavía tenéis caos en vuestro interior” (Friedrich Nietzsche). De esta manera tan criptica empieza Nevrland. Aparte de esta cita, tenéis que estar atentos a las primeras imágenes que aparecen en la pantalla, pues se dan de bruces con lo que viene a continuación: una película oscura y algo tediosa, muy cercana al universo visual de Michael Haneke. Tampoco os asustéis, Gregor Schmidinger, su director y guionista, tiene la habilidad de dar la vuelta al calcetín cuando parece que está todo perdido. El alejamiento a partir de ahí le hace acercarse a otro director con una personalidad muy definida: Gaspar Noé. También encontramos reminiscencias, aunque débiles, con Bliss (Joe Begos, 2019). ¡Menuda mezcla!, estaréis pensando. Pues sí. Esto la convierte en un excelente escaparate del cine austriaco actual.


Jakob es un adolescente de 17 años aquejado de un desorden de ansiedad que hace que su vida resulte bastante complicada. En un chat de contactos de temática gay conoce a Kristjan, un artista de 26 años, entablándose entre ellos una amistad, en principio, a distancia. La muerte del abuelo de Jakob lleva a este a replantearse toda su existencia, conociendo por fin en persona a Kristjan. Lo que viene a continuación es la antesala de la locura o de un atormentado encuentro consigo mismo.

Gregor Schmidinger hace su debut en el largometraje con este film, cosa muy de valorar dada la complejidad del mismo. Sale muy airoso del desafío aunque, hay que reconocer, que no es hasta su parte final que no encontramos cierta explicación. Como ya sabéis que nos va la marcha, eso nos motiva aún más si cabe, utilizando ciertas muletillas que, por experiencia, nos ayudan a unir todas las piezas.

El guion se convierte en algo muy atractivo, salvando el bache inicial que parece que nos lleve a una obra muy lineal, con muy pocos diálogos y bastante mundana. Por suerte todo salta por los aires, con unas escenas que harían palidecer a David Lynch en sus recreaciones oníricas. Aquí es donde entra la, no lo sabemos con exactitud, influencia del director de Climax (2018). El ritmo se acelera cuando llegamos a esta parte, con lo que nos está mal que en los créditos iniciales adviertan a los que padecen epilepsia.

La fotografía, a cargo de Jo Molitoris, es estratosférica por lo cambiante que resulta en según qué partes del film, pasando por claros, oscuros y una iluminación estroboscópica de un antro por el que transitan Jakob y Kristjan con una banda sonora, cuya autoría recae en Gerald Vdh, que nos deja con la boca abierta y con ganas de más, por mucho que no seas adicto a ese tipo de sonidos.


La pareja protagonista la forman los debutantes Simon Frühwirth y Paul Forman en unas interpretaciones muy convincentes y serias.

Nevrland es una cinta vanguardista, por así decirlo. Esto que queda tan molón puede ser uno de sus puntos negativos ya que no la consideramos ideal para el gran público, advertidos quedáis. El cine es para los valientes así que os recomiendo darle una oportunidad.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

🎬 VOD