La Casa del Terror review

Un grupo de amigos pasa Halloween sin demasiadas expectativas más allá de tomar algo por ahí. Cuando ya se iban para casa uno de ellos propone ir a una Casa del Terror que está en las afueras y que es exclusiva para esta noche. A todos les parece bien, no hay nada que perder ¿no?

Título original: Haunt

Año: 2019

Duración: 92 min.

País: Estados Unidos

Director: Scott Beck, Bryan Woods

Guion: Scott Beck, Bryan Woods

Música: Tomandandy

Fotografía: Ryan Samul

Reparto: Katie Stevens, Will Brittain, Lauryn Alisa McClain, Andrew Caldwell, Shazi Raja, Schuyler Helford, Phillip Johnson Richardson, Chaney Morrow, Justin Marxen


Entretenida serie B que podría haber llegado más lejos.

Que yo recuerde de un tiempo a esta parte, siempre han habido las típicas casas del terror, o pasajes del terror, o galerías del terror... ya me entendéis. Un circuito que hacías en vagoneta o caminando que te hacia pasear por escenarios tétricos y terroríficos al ritmo de sustos constantes. Personalmente a mí me encantaban (lo que se acabado desarrollándose en una pasión por el cine de terror) y me congratula ver que, si bien este tipo de atracciones han, prácticamente desaparecido de las ferias y parques temáticos, han sido para evolucionar en crear sus propios parques o similares donde desarrollar todo su potencial. En este saco podemos también incluir a los escape room de terror. La Casa del Terror aprovecha esta afición para hacer su propia película, no es la primera pero si la que mejor lo ha hecho.


Un grupo de amigos pasa Halloween sin demasiadas expectativas más allá de tomar algo por ahí. Cuando ya se iban para casa uno de ellos propone ir a una Casa del Terror que está en las afueras y que es exclusiva para esta noche. A todos les parece bien, no hay nada que perder ¿no?

La película no es más (ni menos) que un homenaje a las películas de terror de los 80, eso es una trama simple, unos asesinos con estética definida, algunas escenas potentes y por ahí iría la cosa. El problema que veo que, aunque nos chiflen las películas de esa época, parte de la gracia que estas tenían era que precisamente eran de su época y que los tiempos cambian nos guste más o menos y lo que funcionaba antes (y que sigue funcionando si se re visualiza) no tiene por qué hacerlo si sigues su A, B, C en nuestros días.

Aun así la película lo consigue por momentos, cuando ya está la trama (por llamarlo de algún modo) desarrollada, llega el momento de las tortas y la película es realmente divertida. Pero unos protagonistas poco carismáticos, o que directamente te da igual lo que les pase, unos asesinos que son muy inteligentes para unas cosas pero auténticos inútiles para otras y una cierta sensación de “esto ya lo he visto antes” hacen que, una vez termine la película, te deje una sensación de “sí pero no” y que, con haber cambiado algunos detalles podríamos estar hablando de una película realmente buena.

Scott Beck y Bryan Woods escriben y dirigen su segundo largometraje tras Nightlight (2015) otra cinta que homenajeaba a los 80 pero con algo de menor fortuna que esta. En la columna de los contras pondría su indecisión para mostrar auténtica violencia en pantalla, y tranquilos que la hay, pero tampoco tanta, hay algunos asesinatos que ocurren off the screen lo que me parecen balas desperdiciadas y una escena bastante gore, lo que me hace preguntarme por qué solamente hay una, si ya tienes calificación R (para mayores de 18 años) por esa escena pues que no pare la fiesta, pon más. En la columna de los pros está sin lugar a dudas su imaginación y potencial para pensar en escenarios y situaciones interesantes, si bien hay un poco de Saw, un poco de Rob Zombie y algo de Escape Room (2019) (aunque esta última es casualidad), se nota que tienen ideas para distanciarse de todos ellos, empezando por la original propuesta de asesinos y su motivación, que es simple pero funciona.


Protagonizada por un puñado de caras jóvenes y desconocidas, no me atrevería a destacar a ninguna de ellas puesto que, o están nulamente desarrolladas o en cambio, de manera excesiva, con un trasfondo que de tan especifico se torna desubicado y que no aporta nada a la trama más que un epílogo curioso y poco más, aunque si lo piensas bien no tenga mucho sentido.

Película entretenida y por momentos divertida que no inventa la rueda ni lo pretende, que en ocasiones podría haber puesto un poco más de su parte, en específico en sus personajes protagonistas y algo más de mala leche, pero que aunque sea poco memorable te puede dar una sesión de cine decente.

Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW