Entrevista a Daniel Noblom. Director del cortometraje No Apto Para Menores


Entrevista realizada en el Festival Nocturna de Madrid 2019 a Daniel Noblom. Director del cortometraje No Apto Para Menores.


Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

Ale Serrias, amiga desde los tiempos de la escuela de cine y que acabó siendo la directora de producción del proyecto, me regaló por mi cumpleaños el volumen “BCN Noire” de Norma Editorial, que consta de varias historietas de género noir ambientadas en la Barcelona actual. Soy muy fan del género negro, y ya hace tiempo que me interesa la mitología y las leyendas oscuras de mi ciudad: una mitología y unas leyendas que creo que el cine reciente no ha explotado como sí hacen la literatura o el cómic. En otras palabras, que era un regalo que casi parecía hecho a medida para mí, así que no niego que me lo empecé a leer esperando encontrar algo de inspiración para un corto… Pero cuando llegué al fragmento “No recomendado para menores”, de Jordi Pastor y Giovanni di Gregorio, me enamoré y decidí que quería rodar directamente esa historia. Tanto en mis cortos como en mi experiencia en teatro tengo una predilección especial por el humor negro, y “No recomendado para menores” fue una de estas historias que me hizo pensar “Jo, ojalá se me hubiera ocurrido a mí”. Busqué la forma de contactar con sus autores, y lo conseguí con Jordi vía Facebook. De ahí nos reunimos en su estudio y todo fue como la seda: estuvo abiertísimo desde el principio, él mismo habló con Norma… Solo me puso una condición: “cualquier paso o cambio que hagas, a Giovanni y a mí nos gustaría estar informados”. Así lo hicimos, y la verdad es que me han dado libertad total para hacer el corto que he querido tal y como he querido, incluso introduciendo todos los cambios que he considerado necesarios. No solo eso, si no que han sido muy colaborativos: ¡Jordi hizo tanto el storyboard como el brutal póster del corto!


¿Cuál ha sido el mayor escollo que te has encontrado a la hora de levantar el proyecto?

La combinación “rodar con niños de cinco años” más “rodar en plena Rambla del Raval” fue bastante explosiva, aunque no negaré que desde el principio fueron dos de los retos que hicieron que el proyecto me motivara tanto. Es una pena, pero el tópico de que la zona del Raval en Barcelona está particularmente mal es cierto: vimos detenciones en directo, ladrones y borrachos merodeaban a nuestro alrededor todo el día, borrachos que nos gritaban o chutaban el atrezzo que teníamos en el suelo… Recuerdo un plano concreto, en el que rodábamos un plano general que incluía la famosa estatua del gato de Fernando Botero. Cuando conseguíamos liberar la estatua de turistas que querían hacerse fotos, los niños se habían cansado de esperar y se habían ido a la carpa. Cuando conseguíamos tener a los niños de vuelta en posición, una borracha (por no decir algo peor) nos intentaba tirar el espejo que utilizábamos para rebotar la luz del sol e iluminar. Una vez echada la mujer, volvía a haber turistas en el gato. Cuando se iban los nuevos turistas, los niños habían vuelto a irse o el sol ya se había movido y había que volver a iluminar… Era como un círculo vicioso y por momentos crees que el caos que te rodea te va a superar… pero, por supuesto, no fue así. Y no solo eso, sino que al final todo es una experiencia, y valoro muy positivamente el haber tenido que adaptarnos a un entorno tan difícil de controlar. Todo el equipo estaba súper alerta y preparado, y creo que todos nos sentimos reforzados tras ese rodaje: no tengo más que elogios para este equipo técnico, por su buen hacer, su paciencia y su profesionalidad sin perder el buen humor. Por otro lado, este verano han reformado la Rambla, así que no sé cómo estará ahora el panorama por allí… pero a nivel de imagen, ¡creo que ya tengo un corto vintage!


¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

Que arriesguen y experimenten, en todos los aspectos. Hacer un corto no es barato, pero es mucho más asequible que un largometraje, lo que se traduce en que necesitas menos “padrinos” para la financiación y tienes más libertad para hacer las cosas como tú quieres: actúas de forma más libre. A nivel formal es lo mismo: experimentar y probar cosas nuevas. Cuando hice No apto para menores, quería hacer algo que fuera totalmente opuesto a mi anterior cortometraje, pero que aun así pudiera verse mi estilo. El peso de mi anterior corto, Trabucos y pistolas, recaía especialmente en el guion y las interpretaciones. Me siento muy cómodo en la escritura de diálogos y en la dirección de actores, así que para mi siguiente proyecto quería hacer algo donde el peso de la narración estuviera en otro lado y salir de mi zona de confort. Con No apto para menores, todo el peso recae en el lenguaje audiovisual: al ser todo voz en off, el rodaje fue como si estuviera haciendo cine mudo, y las interpretaciones son mínimas. Son el lenguaje de cámara y el sonido los que narran: ese era mi reto, y estoy muy contento de haberlo superado.


¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

La serie más vista de los últimos años, Juego de Tronos, pertenecen al género fantástico, y la moda sigue: ahí están Stranger Things o El cuento de la criada. Y en cine, los superhéroes no dejan de ser un subgénero de la fantasía: es indiscutible que el género ha conseguido tener más calado entre el gran público de lo que tenía hace años. Sin embargo, más allá de eso la fantasía y la ciencia-ficción siempre han servido para ilustrar metafóricamente las preocupaciones sociales y políticas del presente, y eso también lo estamos empezando a ver en películas más de autor, como Ex Machina. Así que, bueno, supongo que algo bueno tenían que tener los tiempos convulsos que nos está tocando vivir a nivel social y político en todo el mundo…


¿Como ha sido la acogida en festivales?

Estrenamos ahora en el Nocturna Madrid, así que espero que sea la primera buena acogida de muchas. Por el momento, a nivel nacional también estaremos en el ciclo de cortometrajes que se celebra en Alicante por Halloween, y a nivel internacional hemos recibido otra selección en el Anatomy Crime-Horror Film Festival de Grecia y una recomendación especial del London World-Wide Comedy Film Festival, así que la cosa pinta bien.  ¡Crucemos dedos!


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

Me gusta mucho jugar con los formatos y los géneros, así que voy a intentar hacer algo diferente.  Mis próximos objetivos a nivel de cortometraje pasan por probar suerte con el terror puro y duro, por un lado, y por el formato mockumentary por otro: ¡a ver qué llega primero! También me encuentro intentando levantar un proyecto de largometraje que terminé de escribir hace unos meses, pero no puedo darte detalles sobre él.


¿Película de terror favorita?

Ahora mismo diría La Bruja, de Robert Eggers. Soy muy fan de la nueva oleada de terror que ha llegado con la productora A24, con las películas de Eggers (la mencionada y The Lighthouse, que vi hace poco en el Festival de Sitges), Ari Aster (Hereditary, Midsommar) o David Robert Mitchell (It Follows, Under the Silver Lake), donde lo que prima, más que los sustos y la sangre, es la atmósfera de mal rollo que consiguen crear incluso en escenas donde aparentemente no pasa nada. Este es el tipo de terror que más me gusta. Por otro lado, si tuviera que decantarme por un clásico, me iría al otro extremo y diría Scream de Wes Craven, por su uso del humor y cómo juega con los arquetipos y las convenciones del género.