Red Letter Day review


Melanie Edwards, junto a sus hijos Madison y Timothy, quiere pasar su día libre sin hacer grandes cosas. La aparición en el buzón de correos de unas cartas rojas, que conmina a los Edwards a matar a sus vecinos antes que estos acaben con ellos, dará al traste con toda la tranquilidad.

Título Original: Red Letter Day

Año: 2019

Duración: 76 min.

País: Canadá

Director: Cameron Macgowan

Guion: Cameron Mcgowan

Música: Jono Grant

Fotografía: Rhett Miller

Reparto: Dawn Van de Schoot, Hailey Foss, Kaeleb Zain Gartner, Roger LeBlanc


Una divertida mezcla entre comedia y survival.

A todos los directores, cuando llega el momento de rodar su ópera prima, les gustaría contar con presupuestos desorbitados, los mejores técnicos del mundo, actores de primera… Pocos son los afortunados que se encuentran estas oportunidades mientras la mayoría buscan dar el salto con cine de guerrilla: amigos como actores, casas ajenas de escenarios; y suele ocurrir que, a veces, menos es más como podremos ver en Red Letter Day. La ópera prima de Cameron McGowan parte de un escenario que, particularmente, me suele gustar: los barrios residenciales repletos de calles idénticas, el submundo de envidias y rencores que suelen darse entre vecinos. Como ejemplo principal tendríamos The Stepford Wives o su versión teen Disturbing Behavior, donde los problemáticos desaparecen de las calles, sin olvidar The Burbs de Joe Dante y los recelos sobre los recién llegados.


Melanie Edwards, junto a sus hijos Madison y Timothy, quiere pasar su día libre sin hacer grandes cosas. La aparición en el buzón de correos de unas cartas rojas, que conmina a los Edwards a matar a sus vecinos antes que estos acaben con ellos, dará al traste con toda la tranquilidad.

El mundo elegido por Cameron McGowan es una urbanización que promete alegría desde la mañana a la noche pero que, en realidad, es un aburrimiento. La presentación es rápida tras un prólogo que, realmente, sirve para generar expectativas que luego no se cumplen, y una vez conocemos a los tres protagonistas, la historia toma un camino que, para mí, es acertado; ya existe la franquicia de La Purga, de la que Red Letter Day toma unos cuantos elementos, así que busquemos otro camino y este es la comedia negra, porque lo que en principio parece una broma de mal gusto se va tornando más oscura. El guión de McGowan es irregular ya que apunta y a veces no acierta, sobre todo cuando sale del mundo familiar e introduce una serie de cortes de video para que el espectador sepa que hay otros vecinos que se toman en serio el asunto de las cartas rojas, todos estos momentos parecen sacados de otra película, una en la que el humor brilla por su ausencia, y da la impresión de haber sido incluidos para rellenar metraje o por darle más brío a la historia. Un error para mi gusto.

El tono de comedia de Red Letter Day está reforzado por el tono luminoso – y hortera - predominante en la fotografía de Rhett Miller y la brillante música de Jono Grant, que aunque a veces va por otros caminos resulta todo un descubrimiento; atención a los pocos, y muy logrados, efectos de maquillaje en los asesinatos y mutilaciones, ya que duelen por su realismo.


El casting lo componen rostros desconocidos pero Dawn Van De Schoot resulta todo un descubrimiento con su despreocupada, y tan alucinada que uno sospecha ha mezclado demasiados tranquilizantes con el desayuno, mamá Edwards; Kaeleb Zain Gartner, como el hijo, empieza flojo pero se va entonando, mientras la tercera en discordia, Hailey Foss, resulta floja en comparación con los anteriores.

Red Letter Day resulta agradable de ver, y muy simpática, aunque los resultados queden por debajo de las expectativas generadas durante el primer tercio del metraje, pero qué demonios: dura 78 minutos, hay un par de chistes graciosos y se agradece que sea casi en tiempo real.

Firma: Javier S. Donate.