The Damned review

Aviv pertenece a la rama audiovisual del ejército israelí y es mandado al desierto para grabar material promocional. Embarcado en una misión rutinaria junto a dos soldados, Tomer y Mosquito, dan con una cueva y sus vidas se convertirán en una pesadilla.

Título original: Mekulalim

Año: 2018

País: Israel

Duración: 80 min.

Director: Evgeny Ruman

Guion: Yuav Shutan-Goshen, Ayeler Gundar-Goshen, Irad Rubistain

Fotografía: Ram Shweky

Reparto: Nimrod Hochemberg, Daniel Gad, Amit Rahav, Paul Farach, Asaf Peri.


Pesadilla repleta de sol y arena.

Hay algo hipnótico en los desiertos, una duna y otra parecen iguales pero no lo son, el mar de arena da la impresión de extenderse hasta el infinito… Los relatos de Las Mil y Una Noches hablan una y otra vez de todo tipo de seres, tanto de naturaleza demoníaca como angelical, que moran entre las arenas… Aunque claro que luego llega el hombre, trayendo la guerra, y este difícil equilibrio salta por los aires. Vaya, me he ido por las ramas para hablar de The Damned – AKA Mekulalim – una interesante propuesta israelita, un cine que se prodiga poco en el género del terror.


Aviv pertenece a la rama audiovisual del ejército israelí y es mandado al desierto para grabar material promocional. Embarcado en una misión rutinaria junto a dos soldados, Tomer y Mosquito, dan con una cueva y sus vidas se convertirán en una pesadilla.

Aunque el director israelita Evgeny Ruman ya tiene varias películas a sus espaldas, este es su primer acercamiento al género y debemos reconocer que el resultado es más que convincente: su trabajo con la cámara ayuda al espectador a introducirse en la pesadilla casi sin darse cuenta y aunque falla en las escenas de acción, o tal vez se cuida mucho de mostrar violencia, hay que destacar como es capaz de jugar con un espacio que parece infinito, el desierto, y convertirlo en un personaje más de la historia. El guion, escrito a seis manos entre Yuav Shutan-Goshen, Ayeler Gundar-Goshen e Irad Rubistain resulta sencillo y se agradece como va enrareciendo la historia poco a poco, sin exigir grandes saltos de fe al espectador, y consigue que unos personajes unidimensionales lleguen a interesarnos. Tal vez el único pero que se le podría achacar es no rematar el por qué de la maldición y la amenaza que conlleva: ¿es un simple hecho de mala suerte o alguno de los implicados ha cometido un crimen y la maldición se lo hace pagar?

Sería injusto no destacar la fotografía de Ram Shewky que, en función del día o la noche, convierte el mar de arena amarilla en un lugar azulado y repleto de sombras; todas las escenas nocturnas tienen aire surrealista, casi de otro planeta, e incluso de cuento gracias a la presencia de la luna y nubes.


El trabajo actoral de Daniel Gad y Amit Rahav es correcto, aunque no sepamos de ellos más allá de sus nombres, destacando el tercer miembro de la patrulla perdida: Nimrod Hochemberg interpretando a Mosquito; el que empieza siendo un personaje irritante, al que uno le desea la peor de las suertes por sus chistes sin gracia y las impertinencias, lleva la carga dramática al ser el que más cambios de personalidad sufre a lo largo de la historia.

The Damned, junto al Djinn presentado en la también interesante Under The Shadow de Babak Anvari, abre la puerta a un territorio tan poco explorado e interesante como es la mitología de Las Mil y una Noches y las leyendas de los Babuinos; esperemos que nuevos cineastas de oriente medio se atrevan a bucear en el mar arenoso del desierto y saquen a la luz nuevos horrores. Cierto que The Damned de Evgeny Ruman es exigente con su ritmo, pero a poco que se le dé una oportunidad con las miras abiertas, el espectador descubrirá una película repleta de sugerencias.

Firma: Javier S. Donate.