Entrevista a Rasmus Kloster Bro (director) y Christine Sønderris (actriz) de Cutterhead


Entrevista realizada dentro del Festival terrorMolins 2018 a Rasmus Kloster Bro (director) y Christine Sønderris (actriz) de Cutterhead.


¿Cuál fue la idea, la chispa, de la que nació Cutterhead?

Rasmus Kloster Bro (R.K.B.): A finales de los años ochenta, bajo la ventana de mi cocina, se podía ver un inmenso agujero. Estaban construyendo una larguísima línea de metro en Copenhague, así que toda la ciudad cambió durante muchos años debido a las obras. Recuerdo que muchísima gente trabajó en la construcción, sobre todo personas de otros países de Europa, y pensé que era una pequeña sociedad europea bajo la ciudad. Cuando bajabas, las obras eran como una base lunar, parecía de otro planeta, un universo completamente distinto. Este es el origen de Cutterhead, la posibilidad de contar una historia que tratase sobre una Europa que vivia bajo el suelo de Europa.


¿Qué problemas os encontrasteis tú y tu coguionista para escribir el guion?

R.K.B.:  Sabíamos que la construcción del metro era un microcosmos muy separado por clases, ya que por un lado estaban los técnicos daneses cuyos contratos eran de larga duración y con sueldos generosos, y por otro lado los obreros que venían de Italia o España por poner dos ejemplos, mano de obra barata. Recuerdo que en ese momento, en una sociedad tan parecida físicamente, era casi exótico. Por eso los tres personajes de la película son tan diferentes físicamente unos de otros: era necesario para que el drama de la cinta funcionase ya que, si quieren sobrevivir, deben confiar unos en otros.


Cutterhead está rodada bajo tierra, qué problemas te encontraste a la hora de rodar.

R.K.B.: Rodamos la película en unas obras del metro, llegamos a un acuerdo con las compañías constructoras y nos dejaron rodar entre las cuatro de la tarde y las doce de la noche; nuestra mayor preocupación era la seguridad del equipo, ya que estábamos bajo tierra, pero al mismo tiempo fue un reto para todo.


Christine, qué recuerdas de la primera vez que leíste el guion.

Christine Sønderris (C.S.): La verdad es que no recuerdo cuando lo leí, porque antes ya había hablado mucho con Rasmus acerca de la historia y mi personaje, qué tipo de persona era. Lo que más recuerdo es trabajar con mi personaje, intentar conocerlo.
R.K.B.: Hubo mucha improvisación.
C.S.: Si, quería contar mucho acerca de mi personaje, qué pensaba, cómo reaccionaría. Antes del rodaje grabamos una pequeña demo y hubo mucha improvisación ya que descendí a un mundo bajo tierra, completamente nuevo para mí.


Ya que hubo feedback entre actores, el director y el guion, ¿Reescribiste mucho tras las conversaciones con los actores?

R.K.B.: El proceso fue un poco especial, yo estaba fascinado por como los personajes debían moverse de un espacio a otro: bajas desde la superficie a esta inmensa construcción, como una catedral bajo tierra, luego al túnel, después a esta máquina que parece un submarino o una especie de nave espacial. Para mí esa era la historia: el cambio físico de un lugar a otro. Empezamos con un videoclip de unos 12 minutos que consistía en improvisación de los actores en esos escenarios, construyendo los personajes. Así que primero fue esta experiencia, luego construir a los personajes y, finalmente, escribir el guion.


Christine, cómo te preparaste físicamente para un personaje que vive algo tan extremo.

C.S.: Buena pregunta (se ríe) pero realmente no lo sé.


¿Cómo fue el primer día de trabajo?

C.S.: Estaba muy nerviosa porque mi personaje iba a descender a otro mundo, por un lado improvisaba y por otro actuaba. Nunca había trabajado tan físicamente como ese día, y me preguntaba ¿Qué debo hacer, lo estoy haciendo bien? Las únicas indicaciones que recibí de Rasmus fueron: el espectador debe notar que tu encuentro con el resto de los personajes es casual. Al final conseguí hacerme con el personaje, no solo a nivel físico sino también psíquico, y eso se nota en cómo se mueve de un escenario al siguiente, y luego al siguiente, al siguiente.
R.K.B.: Eso era justo lo que yo quería de Christine, un personaje que nunca se detiene.
C.S.:  Fue muy gracioso que, al final de la película, tenía que golpear un muro con una maleta metálica y yo me preguntaba: ¿Cómo lo haría mi personaje, como atravesaría este muro? Yo sabía que era imposible, pero mi personaje estaba convencida de lograrlo y, aun así, golpeé el puñetero muro. Los últimos días recuerdo que estaba muy gruñona porque odiaba lo duro que era el rodaje pero, ahora, lo recuerdo con cariño.
R.K.B.: Como si recordaras haber sobrevivido a un accidente de aviación.
C.S.: Sí, (ríe) y al final del rodaje me reconfortó haber sobrevivido.


¿Cuál es vuestra película de terror favorita?

C.S.: No veo películas de terror por me dan mucho miedo, de verdad. Pero no pude terminar la serie It porque me aterraba el payaso. Y creo que siempre recordaré el miedo que pasé con The Shining, no pienso volver a verla.
R.K.B.: Hace poco vi la película francesa Martyrs de Pascal Laugier, nunca volveré a ser la misma persona. Me dejó totalmente hecho polvo, una experiencia terrorífica.