Burning review


Jong-soo es un trabajador a tiempo parcial que se encuentra con la bella Hae-mi al hacer una entrega. Ésta le pide que cuide de su gato mientras está de viaje por África. Cuando regresa le presenta a Ben, un tipo algo raro que conoció en su viaje. Un día se presentan en casa de Jong-soo y Ben le confiesa su pasatiempo secreto.

Título original: Burning

Año: 2018

Duración: 148 min.

País: Corea del Sur

Director: Chang-dong Lee

Guion: Chang-dong Lee, Jungmi Oh

Música: Mowg

Fotografía: Kyung-pyo Hong

Reparto: Ah-In Yoo, Steven Yeun, Jong-seo Jeon, Soo-Kyung Kim, Seung-ho Choi


Una terrorífica obra maestra.

Que se te ponga la piel de gallina al ver un sensual baile protagonizado por Jong-seo Jeon, interpretando a Hae-mi, al son del tema Générique de Miles Davis, utilizado como banda sonora de Ascensor Para el Cadalso (Ascenseur pour l’ÉchafaudLouis Malle, 1958), eleva a la enésima potencia lo que vas sintiendo al ver Burning que, aunque parezca lo contrario, se mete de lleno en el terror más silencioso y sutil que hayáis presenciado jamás.


Seguramente más de uno estaréis pensando que de tanto ver cine se nos ha quedado la mente alterada. Puede ser que en cierto sentido sea así, sobre todo después de leer la “simple” historia que esconde esta, para nosotros, obra maestra.

Jong-soo es un trabajador a tiempo parcial que se encuentra con la bella Hae-mi al hacer una entrega. Ésta le pide que cuide de su gato mientras está de viaje por África. Cuando regresa le presenta a Ben, un tipo algo raro que conoció en su viaje. Un día se presentan en casa de Jong-soo y Ben le confiesa su pasatiempo secreto.

Brutal relato de la Corea del Sur actual, dónde la diferencia de clases está muy presente. En Burning esta estratificación queda muy bien resuelta, casi cómo una pirámide de la población. En el estrato más bajo Jong-soo un simple trabajador que se dedica a hacer repartos en su vieja furgoneta por la gran ciudad. En un término medio tenemos a Hae-mi, una soñadora e irracional artista. En lo más alto nos encontramos con Ben, un acaudalado profesional que no duda en enseñar su riqueza. El triángulo se torna muy sugerente ya que las relaciones entre ellos son, hasta cierto punto, complejas.

Magnifico guión, que está firmado ex aequo por el mismísimo Chang-dong Lee y Jungmi Oh y que está basado en el relato corto “Barn Burning” del reconocido escritor japonés Haruki Murakami. Tiene la particularidad que las escenas que van apareciendo en la pantalla, en un ritmo algo lento todo sea dicho, van directamente a un final en cierta manera terrorífico ya que rompe un bello triángulo que, como todo el que se precie, acaba bastante mal.
Brillante en todos los sentidos, tierna y poética, acaba convirtiéndose en una obra maestra apta para todos aquellos amantes de un cine diferente que va mucho más allá de las imágenes que van apareciendo en pantalla. Que estas acaben convirtiéndose en algo más que primitivas sensaciones, es algo que está alcance solo de los elegidos. Chang-dong Lee es uno de ellos.


El elenco está a la altura. Empezamos por una hechizante y debutante Jong-sep Jeon en el papel de Hae-mi, todo un recital de riqueza interpretativa. Seguimos con el ya veterano a pesar de su edad Ah-In Yoo (SadoVeteran. Por Encima de la Ley) y acabamos con Steven Yeun (MayhemOkja) en un desconocido registro.

Estamos ante uno de los títulos, no ya de la temporada, sino de la década, en nuestra opinión claro está. De vosotros depende darnos la razón o no. Para eso tenéis que gastar 148 minutos que os podemos garantizar que serán de los mejores utilizados de vuestra vida.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan