Luz review


Luz, una joven taxista de origen chileno, se arrastra hasta la entrada de una destartalada comisaría de policía alemana. Por otro lado Nora, que está poseída por una entidad demoniaca, entabla conversación con el Dr. Rossini, un psiquiatra que trabaja para los gendarmes, acerca de la mujer que ama, Luz. Bajo los efectos de la hipnosis ésta última recuerda los acontecimientos anteriores a su llegada a la estación de policía. Pero la entidad maléfica ha tomado el control del médico y quiere algo más.

Título original: Luz

Año: 2018

Duración: 70 min.

País: Alemania

Director: Tilman Singer

Guion: Tilman Singer

Música: Simon Waskow

Fotografía: Paul Faltz

Reparto: Luana Velis, Jan Bluthardt, Julia Riedler, Johannes Benecke, Lilli Lorenz, Nadja Stübiger.


Experimento y acción: una dualidad siniestra.

Los que nos vais siguiendo supongo que habréis observado que nos encantan las apuestas arriesgadas. Pero una cosa es lanzarse al vacío y otra muy distinta hacerlo sin mirar si abajo hay algún colchón. La experimentación tiene la ambivalencia del éxito o fracaso muy marcada, cosa que no ocurre con el resto de obras que juegan más con otros elementos que pueden llegar a adornar el producto final.


Luz contiene todos los elementos para llegar a catalogarla como experimento puro y duro aunque en la primera parte de la cinta tenga cierto regusto al cine de Rainer Werner Fassbinder, no ya por su denominado cine gay, si no por su puesta en escena entre realista y alegórica ayudada por unas bandas sonoras sumamente particulares. Este parecido desaparece completamente cuando nos adentramos de lleno en la parte central de la historia. Aquí la cosa se desboca yendo a parar a unas imágenes llenas de conceptos abstractos que, no obstante, explican de manera bastante coherente una trama por otra parte bastante simple, aunque no lo parezca.

Luz, una joven taxista de origen chileno, se arrastra hasta la entrada de una destartalada comisaría de policía alemana. Por otro lado Nora, que está poseída por una entidad demoniaca, entabla conversación con el Dr. Rossini, un psiquiatra que trabaja para los gendarmes, acerca de la mujer que ama, Luz. Bajo los efectos de la hipnosis ésta última recuerda los acontecimientos anteriores a su llegada a la estación de policía. Pero la entidad maléfica ha tomado el control del médico y quiere algo más.

Filmada de manera descarnada y con un toque setentero más que evidente, Luz acaba convirtiéndose en una caricatura de ella misma. El guion da rienda suelta a la imaginación que su debutante director y guionista, Tilman Singer, utiliza para desarrollar el film. Esto tiene sus pros y sus contras. En la parte positiva, tenemos lo electrizante de las imágenes que sugieren más que muestran. En la parte negativa, que cuesta bastante seguir el hilo, lo cual en principio no parece tan malo, pero llevado a ese extremo puede provocar que la gran mayoría del público esté deseando fervientemente que acabe.

Uno de los puntos que tenemos que destacar es la excelente banda sonora a cargo de Simon Waskow, que rescata el más puro rock progresivo alemán de los setenta encajando perfectamente con unas imágenes en ocasiones hipnóticas.


En el apartado interpretativo tenemos a Luana Velis en el papel de Luz. Jan Bluthardt recrea a un alocado Dr. Rossini y Julia Riedler a Nora.

Acabaremos diciendo que estamos ante una cinta que no sabemos muy bien dónde la podréis ver, pero si podéis hacerlo y os gustan los films algo rarunos, dadle una oportunidad, contiene algunos elementos interesantes que hemos comentado con anterioridad.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan