Crónica Festival de Cannes 2018 día 7


Aunque estemos en medio de la semana la afluencia de espectadores es espectacular. Ver alguna de las numerosas películas potentes que se proyectan se convierte casi en misión imposible. Pero nuestra larga experiencia en festivales de este tipo nos ha hecho agudizar el ingenio y, sin que haya corrido la sangre, hemos conseguido asistir a todas las que teníamos planificadas.

Empezamos el día con un film que ha levantado gran expectación como es la última de Lars von Trier: The House that Jack Built. Se basa en la historia creada por Henle Jallund y con el screenplay a cargo del director de origen danés. Hay muchos materiales que se pueden usar para construir una casa, madera de oak (roble), ladrillo, hormigón y alguno que otro que en este momento no podemos mencionar. Resaltar que en los folletos que anuncian la programación, se ha introducido la coletilla que podía herir la sensibilidad de los espectadores. Nosotros, ya un poco avezados en el asunto, podemos decir que tampoco es para tanto, aunque en la proyección a la que hemos podido asistir, bastante personal abandonó la sala conforme avanzaban los minutos. Estamos ante otra de serial killers con la particularidad del toque personal de von Trier. A efectos del cine de género, esto último puede llegar a ser algo negativo pero no os preocupéis, tiene todos los ingredientes para enganchar a los adictos al terror. En el elenco tenemos a un espectacular Matt Dillon (Crash, Wild Things), secundado por Bruno Ganz (El Hundimiento, Unknow), Uma Thurman (Pulp Fiction, Kill Bill) y Riley Keough (The Good Doctor, Mad Max: Fury Road). Jack es un ingeniero que planifica sin cesar la construcción de su casa. Por el camino, y durante doce años, se dedica a pasar cuentas con todo el que se le pone por delante, convirtiéndose en un súper inteligente y ácido serial killer.

A continuación nos disponemos a ver la coproducción de Francia, México y Suiza llamada Knife for Heart (Le Couteau Dans le Coeur) de Yann González, ayudado en el guion por Cristiano Mangione. El realizador de Niza firma su segundo largometraje, cinco años después de su anterior producción. Estamos ante otra de serial killers, aunque esta vez tamizada con algo de drama. Ideal para los incondicionales de este tipo de cintas. En las interpretaciones nos encontramos con Vanessa Paradis, Kate Moran, Nicolas Maury y Noé Hernández. En el París de la década de 1970, Anne es una productora de películas pornográficas de éxito. Sus películas se producen en cadena, su talento es probado y reconocido, y su vida profesional no tiene sombras. Su vida privada es más complicada. Para recuperar a su compañera Lois, Anne decide avanzar hacia proyectos menos escandalosos y más ambiciosos. Deseosa de cambiar el registro sin abandonar el mundo de la producción, confía la realización de su próxima película al joven Archibald. Pero la tragedia da en la puerta cuando un misterioso asesino en serie viene a buscar la vida de todos los actores involucrados en este proyecto.

Para desintoxicarnos un poco de tanto psicópata, y para finalizar el día, nos dirigimos a ver Long Day’s Journey Into Night (Di Qiu Zui Hou De Ye Wan) del chino Bi Gan, encargado también del guion. El film tiene la particularidad de que media duración del mismo es en 3D. No os asustéis, esta tecnología se utiliza sabiamente para introducirnos si cabe todavía más en una historia preciosista, en la que se nos explica la vida y milagros de un hombre desesperado por encontrar a su amor perdido. Por el camino se van sucediendo toda clase de situaciones con el telón de fondo de una China desconocida para nosotros. En la labor actoral contamos con la aparición de Jue Huang, Wei Tang, Sylvia Chang, Meng Li y Hong-Chi Lee. Un hombre regresa a Guizhou encontrando las huellas de una mujer misteriosa. Él recuerda el verano que pasó con ella veinte años atrás.

Y esto ha sido todo por hoy. Parece poco pero la excesiva duración de las películas, las colas interminables y los problemas de avituallamiento hacen que lo conseguido sea todo un éxito.