Crónica FANT Bilbao 2018 día 8

Natalia de Dios - PlatanoBolígrafo

Aunque sea nuestro último día, no nos estamos de nada y estrenamos espacio, la Sala BBK para asistir a la Gala de Clausura y de entrega de premios. Como es habitual en las presentaciones de Lander Otaola y Ylenia Baglietto, en un ambiente festivo, sencillo y desenfadado, en la que los diferentes videos de los ganadores de las diversas categorías del FANT se fueron sucediendo, entre las que destacan el buen humor de Caye Casas y Albert Pintó por su premio del público por el cortometraje RIP y el de Joe Lynch por el de mejor película por Mayhem. Destacar también la creatividad del vídeo de Issa López en el que agradecía su premio del público y el de mejor guion. Pero nuestra nariz nos dice que mejor que nos quedemos, no sea caso de que proyecten algo interesante. Y no nos equivocamos, de Estados Unidos nos llega Rock Steady Row de Trevor Stevens en su debut en el largometraje. En el guion Bomani J. Story. Las tasas de matrícula exorbitantes permanecen perfectamente intactas, las oficinas del decano todavía están ubicadas en los edificios más palaciegos, y los miembros de las fraternidades todavía deambulan por los terrenos del campus en busca de carne fresca. La vida del estudiante universitario medio es difícil, pero aquí en la Rock Steady University la situación se traslada a extremos post-apocalípticos y el estrés de los exámenes parciales será un alivio dentro del cruento día a día. Los actuales estudiantes universitarios la verán con otros ojos. En las interpretaciones tenemos a Isaac Alisma, Jordan Allen, Marcus Blake y Nicholas Bustamante. Un joven estudiante universitario que, después de que le roban la bicicleta, aterriza en un campus universitario y se ve obligado a tomar medidas contra las fraternidades reinantes y, en última instancia, contra el decano.

Y esto ha llegado a su fin por nuestra parte. Agradecer a la organización todas las facilidades que hemos recibido para realizar nuestro trabajo. Esperamos no haberos cansado demasiado entre tanto dato. Recién ha acabado y ya estamos esperando con ansia la edición de 2019. Estamos enfermos, pero no queremos curarnos. ¡Larga vida al FANT!