Darkness Rising review


Título original: Darkness Rising

Año: 2017

Duración: 81 min.

País: Estados Unidos

Director: Austin Reading

Guion: Vikram Weet

Música: Thomas Gamble

Fotografía: Adam Biggs

Reparto: Tara Holt, Bryce Johnson, Katrina Law, Christian Ganiere


Otra casa que pone los pelos de punta.

Uno creía que las películas de casas encantadas ya habían pasado de moda. Cíclicamente vuelven tozudamente para el regocijo de los amantes de un subgénero que tuvo su apogeo allá por los años ochenta. Basta con recordar Aquella Casa al Lado del Cementerio (The House by the Cemetery. Lucio Fulci, 1981) o House, Una Casa Alucinante (House: Ding Dong, You’re Dead. Steve Miner, 1986), películas por otra parte que traspasaban con bastante justeza el aprobado. El éxito de público se daba de bruces contra una crítica algo desalmada con ese tipo de cintas. Hay excepciones, por ejemplo la magnífica, y en cierto modo, pionera Poltergeist, Fenómenos Extraños (Poltergeist. Tobe Hooper, 1982).


¿Qué aporta Darkness Rising a ese think tank cinematográfico?, pues en realidad nada, así de simple. Esa carencia de nuevas ideas podría haber sido sustituida por elementos que acabaran de vestir el producto final. Lo consigue a medias, pero el uso y abuso de estruendosos efectos sonoros acaba por que el descenso por los peldaños de la calidad sea demasiado brusco y evidente.

Otra cosa habría sido optar por la parodia, pero para eso la premisa principal tiene que ser no acabarse de creer lo que uno está rodando. Austin Reading se lo toma demasiado en serio, encontrándose en un cul de sac del cual no logra escabullirse con la suficiente soltura.

Una joven decide volver a la casa de su infancia junto a su novio y su prima. La mansión se encuentra abandonada y a punto de demolición. Entre sus recuerdos el de su madre que se volvió loca. Esa locura parece ser que impregnó todos y cada uno de los rincones de su antiguo hogar.

Sin ser aburrida del todo, no da en el clavo en la resolución de unas situaciones que habrían dado para mucho más. El guion, a cargo de Vikram Weet, es correcto pero sin arriesgar en todo su metraje. Todo resulta previsible y, en ocasiones, demasiado repetitivo. Encontramos a faltar algún toque de humor o, como mínimo, de guiño al espectador, esa seriedad va totalmente en su contra. Pero nuestras mentes son retorcidas y, aunque no fuera la intención, siempre encontramos un motivo para la risa, cosa que en estos momentos no os puedo desvelar.

Indicar el buen trabajo de cámara e iluminación a cargo de Adam Biggs, y es que la casa se las trae.


Uno de los puntos a destacar son las interpretaciones. Como se suele decir salvan los muebles. Justos en todo momento dan el toque dramático que se necesita. Tara Holt encabeza el reparto interpretando a una desconsolada Madison. Entre sus trabajos destacar los televisivos Californication y American Horror Story. Seguimos con Bryce Johnson en el papel de Jake, prometido de Madison. Su carrera ha transcurrido principalmente en el mundo catódico. Finalizamos con Katrina Law dando vida a una impactante Izzy.

Indicada para los acérrimos seguidores de films de casa encantadas. Quizás el resto tengamos otras fuentes de diversión.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan