Tear Me Apart review


Título original: Tear Me Apart

Año: 2015

Duración: 86 min.

País: Reino Unido

Director: Alex Lightman

Guión: Tom Kerevan

Música: Alex Lightman, Richard Lightman

Fotografía: Ernesto Herrmann

Reparto: Alfie Stewart, Frazer Alexander, Jennie Eggleton, Jon Campling, Simon Burbage, Gareth Lawrence, Duran Fulton Brown, Jurgen Schwarz, Russell MacLeod, Somi De Souza, Andrew Stockton, Terry Wood


Original puesta en escena de un mundo post-apocalíptico.

Cuando uno debuta en el difícil mundo del largometraje intenta hacer algo original, desafiante,  que llame la atención y que pueda llegar a convertirse en el inicio de una carrera, que como todas, necesita un trampolín. Es lo que se llama tirarse a la piscina. Hay que asegurarse, por eso, que ésta tenga agua.

Alex Lightman inicia su carrera con Tear Me Apart, un producto, en mi opinión, algo arriesgado para un debut. La premisa inicial es muy interesante, aunque haya sido abordada en innumerables ocasiones en el cine. Estamos hablando de un mundo post-apocalíptico, ¿os suena de algo?


Supongo que estaréis pensando en algo parecido a la saga Mad Max, cuya primera entrega a cargo de George Miller data de 1979, ¡parece que fue ayer! La verdad es que no se parece en nada. Los impresionantes desiertos australianos se transforman en la fotogénica costa de Cornualles, la cual nos da una profundidad algo poética en contrapartida con la desolación de Mad Max. Esto nos va dando una idea hacia donde deriva la extraña historia que nos quieren contar.

Dos jóvenes hermanos adolescentes tiran de canibalismo para sobrevivir debido a la dificultad para cazar animales. Un cataclismo acabó con la mayoría de la población mundial, más significativamente las mujeres, de las cuales se cree que no queda ninguna.

Impreciso y un poco vacilante producto que trata de explicarnos algo novedoso pero que se queda en el intento. Su originalidad, por eso, salva los muebles. El guion nos introduce en el mundo personal de dos hermanos que no han conocido a más mujer que a su madre. Como fondo un canibalismo llevado con normalidad y sin grandes alardes visuales, y una ausencia femenina que da a entender como moraleja que sin las mujeres, los hombres se vuelven más salvajes.

Como envoltorio de todo esto destacar una excelente y repetitiva música que sirve para las escenas más tranquilas y las más escabrosas. Una tonada pegadiza y sumamente idónea con lo que se está contando.

Tenemos que nombrar la gran fotografía a cargo de Ernesto Herrmann, casi en su totalidad de unos maravillosos exteriores. No es la primera vez que pasa, pero el entorno, la majestuosa e impactante costa de Cornualles, se convierte en una protagonista más.


Vamos con las interpretaciones. La elección de los actores no podía haber sido más acertada. Los desconocidos Alfie Stewart y Frazer Alexander dan vida a los dos hermanos protagonistas. Destacar su marcado acento escocés. En la parte femenina, que la hay a pesar del enunciado, nombrar a Jennie Eggleton como Molly.

Tenemos que ir acabando. Comentar que es de aquellas películas que pueden entusiasmar a cierto tipo de público que puede que no llegue a ser muy numeroso. En vuestra mano está comprobar si sois uno de ellos.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan