Cruel Summer review


Danny, un adolescente con un poco de retraso mental consigue convencer a sus padres para ir solo de acampada al lago y pasar ahí la noche. A su vez unos chicos del pueblo le están buscando para aclarar unos temas con él.

Título original: Cruel Summer

Año: 2016

Duración: 80 min.

País: Reino Unido

Director: Phillip Escott, Craig Newman

Guión: Phillip Escott, Craig Newman

Música: Josef Prygodzicz

Fotografía: Lucas Tucknott

Reparto: Danny Miller, Reece Douglas, Richard Pawulski, Natalie Martins, Grace Dixon, Gary Knowles, Thomas Conning


Te hará apretar los puños.

Estamos ante una película muy pequeña que cuenta una historia muy concreta pero envuelta en una realidad social de extrema gravedad: la de jóvenes que son y serán carne de cañón por el estigma social. Chavales sin previsión de mejora en el horizonte, sumado a una baja preparación escolar y un cabreo monumental con el mundo les puede llevar a hacer cosas absolutamente estúpidas y sin ningún sentido. Lo que cuenta esta película es un claro ejemplo, totalmente aterrador cuando te percatas de que está basada en hechos reales.


Danny, un adolescente con un poco de retraso mental consigue convencer a sus padres para ir solo de acampada al lago y pasar ahí la noche. A su vez unos chicos del pueblo le están buscando para aclarar unos temas con él.

Contando con muy pocos medios, un reparto muy limitado en número y rodado prácticamente como si fuera un documental, Cruel Summer hace honor a su título mostrándonos escenas duras e incomodas para el espectador, alimentadas por, como entes omnipresentes y conocedores de los elementos de la trama que somos, de todo el sinsentido que está ocurriendo por la total estupidez humana, un desazón que golpea al espectador con un remate final en forma de padres esperando en el coche con unas interpretaciones soberbias de Grace Dixon y Gary Knowles.

Dirigen y escriben a cuatro manos Phillip Escott y Craig Newman, el primero con una larga experiencia en documentales y, como decía antes, utiliza este estilo narrativo para contar la historia. Mucha introspección con los tres amigos con su peculiar misión para dejar bien claro el monumental lío en el que eligen meterse (y que incomprensiblemente, esperan salir indemnes). Interpretados por Danny Miller, el líder del grupo y el más estúpido de largo de los tres, Reece Douglas, el chico con aspiraciones que ejemplifica las nulas posibilidades de prosperidad y Natalie Martins, la auténtica víbora y catalizadora de la trama que llevará a la ruina al personaje interpretado por Richard Pawulski, magnífico en su personaje con el que simpatizas al momento, cosa perfectamente calculada por la película.


Como decía, es una película cruel, sádica y sin tapujos, a la vez es entretenida y loca. Recomendable para todo el mundo que esté preparado para ver escenas que te hagan apretar los puños de rabia.

Firma: Oriol Hernández.