The Dead Room review


Título original: The Dead Room

Año: 2015

Duración: 80 min.

País: Nueva Zelanda

Director: Jason Stutter

Guión: Kevin Stevens, Jason Stutter

Música: David Donaldson, Steve Roche, Janet Roddick

Fotografía: Grant Atkinson

Reparto: Jed Brophy, Jeffrey Thomas, Laura Petersen


Ni decepcionante, ni maravillosa.

The Dead Room, dirigida por el neozelandés Jason Stutter es una clásica película de casa encantada, probablemente si se hubiera rodado en la década de los setenta estaríamos hablando de un clásico, el problema es que es del 2015 y pese a que no hay nada horrible ni que chirríe especialmente no tiene elemento alguno que la haga destacar en un género tan explotado, a parte que roza constantemente el palo de la película tópica.

Un grupo de parapsicólogos irrumpe en una casa en medio del bosque para intentar aclarar los fenómenos que se han ido sucediendo.

La gracia de la película es que aun habiendo una médium en el equipo (interpretado por Laura Petersen) se centra mucho más en el aspecto técnico de esta ciencia. Infinitos los cacharros que van añadiendo a la operación e interesante el modo en el que las hacen funcionar. En cambio, cuando se centran más en el medio sensitivo y espiritual no verás nada nuevo en esta.

Esta producción tiene un presupuesto muy limitado, y si bien su aspecto visual es bastante correcto no verás más que cámaras girando, lámparas golpeadas y puertas cerrándose. Eso es el 90% de la película, el resto va un paso más allá pero nada que destaque. Y es que el terror en esta película es muy light, ves como intenta crearte un ambiente que en ningún momento llegas a sentir. Al final te limitas a ver a tres personas mirando hacia el fondo de un pasillo mientras una puerta se cierra. Elementos de humor, en cambio, son bastante acertados y consigue que empatices algo con los personajes.

Protagonizada por la mencionada Laura Petersen, Jed Brophy (Distrito 9, saga El Hobbit) y Jeffrey Thomas (Slow West). De los tres actores Laura pincha un poco en comparación con los otros dos, lleva muy poca carrera dramática y es muy joven, pero creo que Jed y Jeffrey están por encima, sobre todo este último. En cuanto al trabajo de Jason Stutter (Diagnosis: Death, Predicament) se nota que hace lo que puede con los medios que tiene al alcance pero, como he dicho antes, casi toda la película se limita a ver puertas abriendo y cerrándose. La casa, como único espacio que veremos, tiene un buen trabajo de fotografía que se esmera en intentar no caer en la repetición.

En definitiva, no verás una mala película, no hay elementos que destaquen en lo negativo salvo el ajustado presupuesto, pero no tiene fuerza como película de terror ni un argumento que destaque por su solidez. En tus manos lo dejo.

Firma: Oriol Hernández.