Victoria review


Título original: Victoria

Año: 2015

Duración: 140 min.

País: Alemania

Director: Sebastian Schipper

Guión: Olivia Neergaard-Holm, Sebastian Schipper, Eike Frederik Schulz

Música: Nils Frahm

Fotografía: Sturla Brandth Grøvlen

Reparto: Laia Costa, Frederick Lau, Franz Rogowski, Max Mauff, Burak Yigit, Max Mauff, André Hennicke


Sórdido, original y sorprendente thriller.

Parece que todo es más fácil cuando tenemos que hablar de una película que rebosa calidad por los cuatro costados. En Victoria no es del todo así. Su roce con la perfección hace que comentarla racionalmente se convierta en algo complicado.

El riesgo asumido por su director Sebastian Schipper al decidir que fuera un solo plano secuencia queda en segundo término. De todas maneras, es de aquellas cintas que al empezar a hablar de ella ya le ponemos una etiqueta. Es muy injusto en esta ocasión.

Durante los primeros minutos quedamos maravillados ante esto, pero más adelante olvidamos completamente ese alarde técnico para introducirnos en una historia sórdida mediante un sólido y muy bien estructurado guión obra de Olivia Neergaard-Holm, Eike Frederik Schulz y el mismo Sebastian Schipper, que evita sabiamente irse por las ramas. Cuando ya hemos digerido todo sí que nos vienen a la mente las dificultades de rodar de esa manera. Aviso: es mejor que no busquéis cambios de plano, yo no los encontré, y si los hay, felicitar a los realizadores por su maestría. Hablando de esto último alabar la extraordinaria labor en el apartado de la fotografía del danés Sturla Brandth Grøvlen.

Una parte importantísima de algo tan redondo son las interpretaciones. Están todos maravillosos y sumamente convincentes. Empezaré por una increíble Laia Costa, que ya desde la escena inicial, genialmente sensual por cierto, nos va avisando de que su trabajo será de lo mejor de la cosecha cinematográfica de este año. Frederick Lau como Sonne lo borda. Crea un personaje indulgente que da perfecta replica en una sencilla historia de amor. Otro que se sale es Franz Rogowski en su papel de Boxer, el líder de una incalificable manada. En personajes menores, pero no menos importantes, contamos con Max Mauff y Burak Yigit.

En el barrio berlinés de Kreuzberg, Victoria, una joven española conoce a cuatro divertidos jóvenes muy cercanos a la delincuencia. La noche es joven y las horas siguientes serán decisivas para la vida de todos ellos.

Su ritmo es tan trepidante que sus más de dos horas de duración pasan totalmente inadvertidas. Con el paso de los minutos se acaba convirtiendo en un thriller diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Es como si fuéramos uno más de ellos. Estamos dentro de la trama. Si pudiéramos interactuaríamos para hacer más verosímil la historia. En esta vida todo puede pasar, otra cosa es que los acontecimientos que se reflejan en la pantalla sean cien por cien plausibles. Permitirme que introduzca ese pequeño lunar. Es un film que consigue que a todo aquel que le guste, y espero que sean muchos, lo defienda con la nota máxima. A eso me refería al principio cuando comenté la dificultad de interpretarla. Puede llegar a hipnotizar, pero para eso estamos nosotros, para intentar verla de la manera más fría posible. Cosa difícil en esta ocasión. Añadiría, si me lo permitís, la duda de si resistiría bien un segundo visionado.

Para finalizar recomendarla a todo el mundo. Es de aquellas ocasiones en que hacerlo no supone ningún riesgo. Un soplo de aire fresco. Sorprendente.

Firma: Josep M. Luzán.