La Noche del Cazador review


Título original: The Night of the Hunter

Año: 1955

Duración: 93 min.

País: Estados Unidos

Director: Charles Laughton

Guión: James Agee

Música: Walter Schumann

Fotografía: Stanley Cortez

Reparto: Robert Mitchum, Billy Chapin, Sally Ann Bruce, Shelley Winters, Lillian Gish, Peter Graves, Evely Varden, James Gleason


Arriesgado y terrorífico cuento de hadas.

Cuando pensamos como empezar una crítica intentamos agarrar la sustancia de la misma y plasmarla como idea inicial. En este caso nos quedamos un poco en blanco, ya que el tema genérico que trata es sumamente vago. Es de aquellas películas en que dudas en si te están tomando el pelo o aquello que explica es sublime. Habéis acertado, yo soy de la segunda opinión puesto que plasma en imágenes algo que es imposible describir con palabras. Parece más un cuento de hadas que un film realizado en 1955, época en la que el cine negro estaba en todo su esplendor. Seguramente el gran Robert Mitchum hubiera deseado que su aparición, por otro lado antológica, hubiera sido más "normal", y pongo las comillas por qué su personaje es altamente extraño y contradictorio.

Mencionar que la imagen de Mitchum con las manos extendidas y con los nudillos con las inscripciones de LOVE y HATE (amor y odio), es uno de los iconos de la historia del cine, aunque más bien le sobraría la de LOVE ya que el personaje que interpreta, Harry Powell, es todo maldad, capaz incluso de asesinar a cuantas viudas se pongan en su camino y a unos niños inocentes.

Ben Harper está en la cárcel por el robo de un banco y el asesinato de dos personas. Antes de morir en la horca coincide en la prisión con el reverendo Harry Powell, encarcelado por robar un coche a una pena de 30 días. Durante su coincidencia en la misma celda Ben le cuenta en sueños que esconde el botín del robo. Harry hará todo lo posible por encontrarlo. Todo.

Obra sumamente denostada y también admirada. No deja indiferente a nadie, hay que verla con sumo mimo, es una película, en mi opinión, delicada, casi infantil. El uso y  quizás un poco abuso del tema religioso la hace diferente. Parece que su director Charles Laughton quiso vengarse de la educación tan estricta que tuvo y se mofa del tema religioso aunque veladamente. Tan velada como lo fue también su oculta homosexualidad. Comentar que fue su única película como director al recibir por la misma unas críticas salvajes y totalmente inmerecidas.

El guión de James Agee, basado en una novela de Davis Grubb, es magnífico, refleja como nadie la dualidad antes mencionada. Nos lleva, a través de unas imágenes sacadas de la chistera de un mago loco, por unos caminos que nunca antes se habían explorado. Film adelantado a su tiempo en cuanto también a la fotografía, y con algunas escenas realmente antológicas. En cuanto a las interpretaciones, aparte del gran y acertadísimo Robert Mitchum, del cual hemos hablado antes, destacar a los niños Billy Chapin y Sally Jane Bruce. Mencionar la breve aparición de un jovencísimo Peter Graves.

Todo un clásico del cine de todos los tiempos. De visión obligada para todo amante del séptimo arte. Imprescindible, onírica, arriesgada y, permitirme, maravillosa.

Firma: Josep M. Luzán.