100 Bloody Acres review


Título original: 100 Bloody Acres

Año: 2012

Duración: 92 min.

País: Australia

Director: Cameron Cairnes, Colin Cairnes

Guión: Cameron Cairnes, Colin Cairnes

Música: Kim Green

Fotografía: John Brawley

Reparto: Damon Herriman, Angus Sampson, Anna McGahan, Oliver Ackland, Jamie Kristian, John Jarratt, Chrissie Page, Paul Blackwell


Gran debut, mejor película.

Nos trasladamos a la Australia profunda, donde lo que predomina son kilómetros y kilómetros de campos y carreteras interminables. Es allí, en una de esas granjas donde dos hermanos que tienen un negocio de fertilizantes se verán envueltos en una espiral de muerte, despropósitos, y risas. Uno de los mejores debuts que he visto en años. Aunque es inevitable compararla con la gran Tucker & Dale Vs. Evil, y es cierto que esta última es mucho más festivalera, 100 Bloody Acres, como conjunto es más solida.

Los hermanos Morgan tienen una granja donde hacen su propio fertilizante. Y para ser una de las empresas de más éxito de la zona tienen su propio ingrediente secreto, que no es otro que la carne humana. El pequeño de los Morgan mientras está trasladando en su camioneta un cadáver que les proporcionara muchas ganancias, se topa con un grupo de jóvenes que se dirigían a un festival de música, cuando su coche se les averió. Todo se complica aún más cuando estos, descubren que la carga que transporta el menor de los hermanos no son simples animales.

Excelente el debut de los hermanos Cameron Cairnes y Colin Cairnes, que también se encargan de escribir el guion del film. Divertidos giros, personajes muy elaborados, sangre, muerte y mucho caos, son los principales ingredientes de esta película. Sin duda una de las mejores propuestas para este año en cuanto a comedias de terror. Hay que decir que la pareja de "killers" protagonista, Damon Herriman y Angus Sampson dan vida a un dúo totalmente opuesto en pantalla, pero que harán las delicias del público, por ser tan opuestos precisamente, aparte que simplemente bordan sus papeles.
La música de Glenn Richards con ese aire sureño, le da un punto genial a la película y ensalza las situaciones clave del film.

Una película imprescindible para todos los amantes de las comedias de terror, sin duda no defraudará a nadie. Aunque puede que decepcione a los que esperen otra Tucker & Dale Vs. Evil, ya que no es tan festivalera como esta y su ritmo es algo menor.

Firma: Omar Parra.