Carnage Park review


Título original: Carnage Park

Año: 2016

Duración: 80 min.

País: Estados Unidos

Director: Mickey Keating

Guión: Mickey Keating

Fotografía: Mac Fisken

Reparto: Ashley Bell, Pat Healy, James Landry Hébert, Alan Ruck, Larry Fessenden, Michael Villar, Grahan Skipper, Bob Bancroft


Homenaje fallido al grindhouse.

A finales de los 70 se encontraron docenas de cuerpos en el sur de California, tocando con México. En unas tierras que eran propiedad de Wyatt Moss, que se dedicaba a asesinar a toda persona que entrara en ellas. Este caso se conoció como “el caso Carnage Park” y el asesino nunca fue encontrado. En esta película se hace una reconstrucción bastante libre de los hechos con un fuerte aroma a los grindhouse de aquella época.


Tras un atraco, Scorpion Joe escapa hacia México con una rehén en el maletero. Cuando ya nada les impide pasar la frontera son atacados por alguien que no les dejará marchar.

Una película que desubica bastante, pues va cambiando de registro en varios momentos. Al principio es un absoluto plagio a películas de Quentin Tarantino, en especial el principio que es, directamente el mismo al de Reservoir Dogs, pero sin la fuerza de esta. Luego cambia a un survival al uso, sin descubrir nada y que puede llegar a aburrir por lo reiterativo del planteamiento, recuerda bastante a, por ejemplo, La matanza de Texas. Y en el último tercio todo se vuelve un poco demasiado extraño (aquí es donde entra la mano del director) y se convierte en algo abstracto e introspectivo, por no llamarlo “raro”. Pero lo que si permanece durante toda la cinta es ese aire a película violenta estilo explotation que intenta hacerse parecer a una de ellas fracasando.

Dirige y escribe (como viene siendo habitual) Mickey Keating tras Ritual, Darling y Pod, con ese estilo tan característico suyo que o amas o lo odias, personalmente yo me inclino más por lo segundo. En la mayor parte del metraje se mantiene en un perfil bajo y se limita a copiar las cintas a las que rinde tributo y es al final cuando sí que se notan sus maneras y construye lo que debería ser una huida al uso en una escena oscura, extraña y epiléptica. Veremos cómo se va desarrollando la carrera de este director con un estilo tan característico. Protagoniza Ashley Bell (El último exorcismo) en el eterno papel de chica perseguida por psicópata (que por algún motivo que se me escapa, es inmortal), no es mala actriz, pero el personaje es muy plano, el trasfondo de la deuda familiar no es más que una nota en el pie de página, ella no tiene carácter. No me refiero a que tenga poco o mucho, es que no te dan a pensar que la chica tenga ideas propias más allá de seguir corriendo. Caso aparte es el de James Landry Hébert (Super 8) que pese a tener pocos minutos en pantalla sí que se le nota carisma y cierta personalidad, si él hubiera sido el protagonista la película habría sido algo bastante más interesante.


Carnage Park es una película que no tiene mucho a explicar y se nota, los largos silencios y repetición de escenas hace parecer que no se tienen las ideas muy claras al respecto. Pero el film es ligeramente entretenido, sobretodo en su comienzo (si es que te gusta el cine de Tarantino) y su ajustada duración rema a favor, pues cuando empiezas a aburrirte de manera seria la película termina.

Firma: Oriol Hernández.