Entrevista a Sean Byrne, director de Dangerous Animals
De alguna forma, con Dangerous Animals vuelves al terreno de tu ópera prima, The Loved Ones, donde el extraño caza al diferente.
Sí, es cierto. De alguna forma se podrían establecer varios paralelismos entre ambas películas, ya que tanto en The Loved Ones como en Dangerous Animals, el protagonista y el antagonista están completamente perdidos en la vida, y se establece un juego de espejos entre ellos. Esto empuja a cada uno a hacer cosas de las que no se creían capaces.
¿Qué crees que tienen los tiburones para ser los motores de tantas películas?
Bueno, creo que todos tenemos un montón de miedo a ser comidos vivos (risas). El océano todavía es un territorio desconocido, queda mucho espacio para explorar, lo que genera misterio y nos asusta lo que no conocemos. Pero ya hablando de los tiburones, todo viene de la película Tiburón de Steven Spielberg. Estadísticamente, los tiburones están siendo atacados y cazados brutalmente, así que, aunque la película de Spielberg nos generó miedo, lo que realmente hizo fue poner a los tiburones en el punto de mira.
Tus dos primeras películas tienen lugar en el interior de casas, en espacios muy cerrados, mientras Dangerous Animals es todo lo contrario, mar abierto. ¿Cómo enfocaste el rodaje en estas condiciones?
La verdad es que rodar en el mar es bastante complicado e impredecible, sobre todo cuando ruedas una película de tiburones (risas), y luego están las corrientes de agua... Me preocupaba cómo podría rodar en mar abierto, aunque estaba la posibilidad de rodar en un tanque de agua. Los precios de rodaje en tanque eran prohibitivos, además de que había demasiadas cosas que no íbamos a poder rodar en el interior, así que, ¿la verdad?, tuve que organizarlo como unos ejercicios militares en los que se rodaba en mar abierto durante 40 minutos de tomas diarias y otros 40 de rodaje nocturno; después pasábamos a rodar en tierra firme.
Fue muy complicado debido a que, por los costes y los rodajes de doce horas, debimos “aligerar” el equipo técnico y actoral. Un trabajo muy difícil y agotador, pero terminamos sin pasarnos del presupuesto y de los días de rodaje, aunque tuvimos problemas con la jaula submarina, que fue zarandeada por las mareas, un incidente con un tiburón de verdad… Fue una experiencia increíble, pero no sé si quiero volver a rodar en el mar (risas).
No hay mucha información acerca del guionista de Dangerous Animals, Nick Lepard, pero también es el guionista de Keeper, la siguiente película dirigida por Osgood Perkins. ¿Qué puedes contar de Nick?
Bueno, Nick es canadiense. Es un tío maravilloso, una persona sensible, concienciada con su entorno. Nick es surfero y su mujer es bióloga marina, así que por eso hay tanta información de los tiburones en la película. Me gusta su aproximación directa y cruda a las historias, y es genial trabajar con él. Es una persona muy trabajadora, un recién llegado a la industria, una nueva voz. Es increíble que, en el mismo año, tenga dos películas: la mía y la siguiente película de Osgood Perkins, un arranque tremendo, y seguro que su carrera será increíble. Me gustaría volver a trabajar con él porque se siente muy solitario cuando escribo a solas, y con Nick resulta mucho más divertido.
Vamos a hablar de Tucker, el personaje que interpreta Jai Courtney, que es un tipo simpático que se convierte en el mal definitivo.
Tucker es un personaje que, de primeras, es muy amigable, pero una vez que tiene el “pescado” bien cogido, cambia totalmente. Pero sí, la verdad es que fue genial que Jai aceptara el papel porque fue nuestra primera opción, ya que me encantó el carisma que dio al personaje de Capitán Boomerang en Suicide Squad… Hollywood le está ofreciendo papeles de nuevo gran héroe de acción, como en Terminator Génesis, pero creo que Jai tiene mucho más que ofrecer y está esperando papeles como el de Dangerous Animals para cimentar su carrera; debe dejar que el “freak” de su interior pueda volar libre.
Jai tiene una secuencia de baile donde, de alguna forma, muestra su verdadero yo. ¿Cómo preparasteis este momento?
Mucha gente compara esta secuencia con la de Buffalo Bill en El silencio de los corderos, pero es algo en lo que jamás pensamos mientras lo escribíamos; realmente fue un añadido de última hora que nos pidió un productor. A la hora de rodar no teníamos ni idea de cómo iba a resultar, hablé con Jai acerca de qué significaba el baile dentro de la película: de alguna forma, bailar mientras mira las películas que ha rodado es cuando Tucker se siente un dios muy poderoso y muy sexual al mismo tiempo. La verdad es que nadie en el set sabía cómo sería el baile una vez que empezamos a rodarlo. Jai se apoyó en un par de whiskys que se bebió (risas)… Para mí, realmente es como el baile de Tom Cruise en Risky Business (risas).
¿Qué puedes contarnos de tus próximos proyectos?
En marzo del año que viene voy a rodar en Canadá la historia de un asesino en serie en una pequeña ciudad. Toquemos madera, porque prefiero no hablar mucho de ello, no me gustaría que pasaran diez años como entre Devil’s Candy y Dangerous Animals.
¿Cuál es tu película de terror favorita?
Qué complicado, porque tengo un montón. Sería La matanza de Texas de Tobe Hooper, pero solo la del 74, no las horribles secuelas y remakes (risas).

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