Entrevista a Álvaro Morte, protagonista de Immaculate


¿Cómo llegas a Immaculate?

Pues Sydney y yo nos conocimos en una entrega de premios, los GQ. Aunque estábamos en la misma mesa, me tocaba en el otro extremo. Al final me levanté para saludar a la gente y estuvimos hablando un poco, cada uno sabía de la carrera del otro. La cuestión es que a las semanas me llama mi agente que estamos teniendo la oferta de una producción americana con rodaje en Italia y que Sydney está detrás. El personaje era italiano pero no acababan de encontrar lo que tuvieran en la cabeza.

Hice un Zoom a Roma donde estaban Sydney, uno de los productores y el director Michael Mohan, porque estaban a punto de empezar a rodar y me dijeron que fuera al día siguiente.



¿Es tu primera experiencia con el género de terror?

Había rodado un capítulo de Historias para no dormir con Alice Waddintong, pero era un tema completamente distinto. Debo confesar que no soy espectador del cine de terror, pero hacerlo ha sido muy divertido porque, sin hacer spoilers, a veces estás todo maquillado. Yo soy muy chorras, Sydney es muy chorras y nos hemos reído mucho, estábamos haciendo el gamberro todo el rato.

En favor de Sydney debo decir que es muy inteligente: cuando currábamos estábamos currando al 100%, cuando estábamos de coña también al 100%., es capaz de separar eso y trabajar de esa manera, algo que también me gusta mucho.



Hay muchos curas y monjas en el cine de terror, ¿Qué has aportado al padre Sal Tedeschi para ser reconocible dentro del subgénero del terror eclesiástico?

El padre Tedeschi es, dentro del género de terror, lo que los anglosajones llaman el shapeshifter, el cambia formas, el que parece ser de una forma y luego es de otra completamente distinta. A la hora de trabajar no quise ver ninguna cosa porque cuando me meto en un proyecto nuevo procuro no ver nada que esté relacionado. Hay un montón de cosas buenísimas, con actores y actrices que han hecho trabajos increíbles, pero no quería verlas porque me dejaría llevar por eso, no me apetecía hacer algo relacionado con algo que ya se ha hecho sino que quería hacer mi propia versión.

Para hacer este personaje “cambia formas”, hay que conectar todo para que tenga sentido. Yo trabajé con el director la sensación de tener un velo por encima para que nunca acabes de saber, del todo, cómo es este tío. Sí que creo que es un velo que yo quito cuando me interesa para meterme en ti pero no para que los demás vean en mí.



¿Y cómo has trabajado este “Velo”?

Lo primero es que necesito entender al personaje, como él llega a tomar las decisiones que toma. Cuáles son las pulsiones que han movido a este tipo, ya nada es blanco o negro sino que hay un montón de matices. Tedeschi empezó siendo biólogo y luego toma el camino de la fe. Mi entrada en este personaje es desde el punto medio: que tú no sepas si Tedeschi es puramente científico o está jugando a otra cosa, pero lo que sí que le mueve es una pasión muy fuerte. Creo que sumar humanidad añade matices y ayuda a generar esos giros que dan carácter y riqueza al personaje.



De alguna forma, Immaculate también toca algo muy presente en estos días: el fanatismo religioso.

Lo primero es que nosotros queríamos hacer una película de mero entretenimiento. Soy muy fan de que algo sea entretenido per se, pero también es cierto que si aparte de hacérselo pasar bien al espectador, resulta interesante generar un debate en términos de fanatismo, el derecho al aborto, maternidad, feminismo, el control que un hombre puede ejercer sobre el cuerpo de una mujer… algo en lo que no se pone foco pero sí está ahí. Immaculate no es una mera película de terror, luego puedes salir y tomarte un vino para charlar sobre estos temas.



Tras el estreno de Immaculate en distintos países, ¿Te han ofrecido más proyectos de terror?

De terror creo que todavía no, pero no me dejo llevar por el género en sí. Cada vez que tomo una decisión a la hora de aceptar un proyecto intento hacerlo desde que me guste el guion, el director o directora, la gente que está contigo… Por lo que no me dejo llevar es por la posible internacionalidad de un proyecto, sino por algún tipo de inquietud o enganche porque algo te apetezca. Acabo de hacer una película con Gerardo Herrero, y una de las cosas que más me atrajo del proyecto es que un tercio está hablado en castellano, otro en inglés y el último en árabe.

Ahora mismo me gustaría hacer comedia porque no he hecho un solo personaje puramente de comedia y es algo que me apetece. Como actor siempre me apetece hacer cosas diferentes.



¿Cuál es tu película de terror favorita?

Ya dije que no veo cine de terror, vi El Resplandor y El exorcista cuanto tenía 13 años y me dije “vale, ya está, suficiente para mí”. (risas)