Melvin es un chico simple y de buen corazón que trabaja limpiando en el gimnasio de su pueblo, Tromaville. Allí tiene que enfrentarse diariamente a unos matones que se meten con él y le ridiculizan, hasta que un buen día, se cae dentro de un contenedor de químicos convirtiéndose en un monstruo…
Título original: El Vengador Tóxico
Año: 1984
Duración: 82 min.
País: Estados Unidos
Director: Lloyd Kaufman, Michael Herz
Guion: Lloyd Kaufman, Joe Ritter, Gay Partington Terry
Fotografía: Lloyd Kaufman, James A. Lebovitz
Reparto: Mitch Cohen, Andree Maranda, Pat Ryan, Cindy Manion,
Un clásico del cine independiente norteamericano, icono absoluto de la serie B.
Para empezar, un poquito de historia. Para aquellos que quieran adentrarse en las entrañas del cine de serie B o Z, estamos ante una de las películas más legendarias de este subgénero, que además supone la joya de la corona de una de las productoras más grandes del cine independiente norteamericano: Troma. Fundada por Lloyd Kaufman y Michael Herz (quienes dirigen, escriben y casi todo lo demás en esta película) Troma ha sido madre de más de 160 pelis entre las cuales destaca la que hoy nos ocupa.
Melvin es un chico simple y de buen corazón que trabaja limpiando en el gimnasio de su pueblo, Tromaville. Allí tiene que enfrentarse diariamente a unos matones que se meten con él y le ridiculizan, hasta que un buen día, se cae dentro de un contenedor de químicos convirtiéndose en un monstruo…
El Vengador Tóxico es, principalmente, una comedia gamberra super divertida. Puede que costase cuatro duros (medio millón de dólares para ser exactos) y que sea un estandarte del cine basura, pero resulta francamente disfrutable y divertida. Además de catártica, con ese Melvin plantándole cara a los matones de su pueblo, tiene unos efectos prácticos y un diseño de producción super dignos aunque sea puro exploitation. Se nos queda en la mente ese superhéroe baratero y basurero, cargado de la magia que desprende el cine hecho sin apenas medios, pero con mucho ingenio. Supuso la primera película de terror del sello y la que se convertiría en emblema de la casa.
Ademas, si nos centramos en la parte más terrorífica de la cinta, cabe decir que tiene muertas chulísimas y mucha violencia, ademas de un mal gusto y unas irreverencias que sólo se puede permitir el cine independiente.
Está plagada de gags que funcionan muy bien y detrás de su apariencia simplona, critica a una sociedad donde la gente se pasa el día en el gimnasio cultivando el cuerpo y nada el cerebro, a los alcaldes corruptos, a los vertidos tóxicos que destrozan el planeta y en definitiva a cualquier comunidad que aquí representa Tromaville (pueblo que seguirá apareciendo en las películas del sello).
Esa nave nodriza que es Troma ha sido responsable de distribuir o producir cientos y cientos de proyectos y películas donde aparecían jóvenes estrellas tales que Kevin Costner, Vincent D’Onofrio, James Gunn o Samuel L. Jackson. Así que, a pesar de los pocos medios de esta productora al arrancar, le debemos mucho y sobre todo un mensaje claro y directo: con una fregona, mucho humor, y nada de vergüenza, se puede hacer algo inolvidable.
Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre
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