FrightFest - Do Not Disturb review

Chloe y Jack llevan juntos toda una vida y ha llegado el momento de pensar si amplían la familia. Para empezar se casan y se van de luna de miel a Miami, pero tal vez esto no sea parte de la solución sino el principio de todos sus problemas porque las discusiones estallan una y otra vez hasta que de pronto, en esta playa solitaria, una figura emerge de la arena.

Título original: Do Not Disturb

Año: 2022

Duración: 96 min.

País: Estados Unidos

Director: John Ainslie

Guion: John Ainslie

Música: John Ainslie

Fotografía: Scott McIntire

Reparto: Kimberly LaFierre, Rogan Christopher, Janet Porter, Christian McKenna, Rupinder Nagra, Patrick McNeil


Un viaje incómodo e hipnótico.

Varias son las películas que tratan sobre el consumo de drogas, la ruptura con la realidad y el tránsito de vuelta. Climax, Bliss, Sinchronic, aunque Do Not Disturb entra en el grupo por derecho propio, tiene una cualidad que le diferencia del resto: el 80% del viaje ocurre entre las cuatro paredes de una habitación.

Y es un señor viaje.


Chloe y Jack llevan juntos toda una vida y ha llegado el momento de pensar si amplían la familia. Para empezar se casan y se van de luna de miel a Miami, pero tal vez esto no sea parte de la solución sino el principio de todos sus problemas porque las discusiones estallan una y otra vez hasta que de pronto, en esta playa solitaria, una figura emerge de la arena.

John Ainslie juega con el espectador al mismo tiempo que juega con sus personajes, plantea una situación que parece más de una peli independiente de los noventa - ¿Maduramos y tenemos una familia o separamos nuestros caminos? – con unos personajes que resultan tan grises como antipáticos, debido a que la relación entre ellos está tan acabada y es tan tóxica que la película se hace incómoda.

Pero todo da un giro cuando en la playa aparece Rupinder Nagra, una suerte de Zack Galiafanakis de Resacón… pero en modo berserker. Por donde él pasa todo cambia, y ahí es donde, realmente, empieza el viaje de Do Not Disturb: la realidad parece un anuncio y la irrealidad puede convertirse en cualquier cosa.

Ainslie viaja a toda velocidad entre el sexo desaforado, la diversión desenfrenada, las alucinaciones y el nihilismo, mientras el espectador intuye que todo esto acabará fatal pero no sabe cómo o por qué. Cuando la película termina por recluirse en el hotel, el director y guionista es capaz de reinventar la historia una y otra vez, con un cambio de plano dar la vuelta a una situación; todo esto resulta tan brillante como hipnótico, porque gira la realidad y el exterior es demasiado bonito/artificial mientras el interior oculta sangre y muerte.


La fotografía de Scott McIntire y la música del propio Ainslie ayudan a generar estas atmósferas enrarecidas e irreales, estos velos de realidad y espacio tiempo que se rompen en un segundo, pero todo esto sería un bonito ejercicio de colorines sin la actuación de Kimberly LaFierre y Rogan Christopher como la pareja problemática. A lo largo de los minutos uno siente el cambio en los personajes, la alteración de las dinámicas entre ellos y, sobre todo, como el poder de la pareja salta de uno a otro. En ese sentido Kimberly LaFierre da todo un recital ya que es capaz de resultar extremadamente gris, increíblemente sexual, terriblemente salvaje…

Do Not Disturb es, literalmente, todo un viaje incómodo e hipnótico pero muy recomendable.

Firma: Javier S. Donate.

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