Sant Cugat - Monstrous review

1959. Laura huye de su marido Scott y junto Cody, el hijo de ambos, empieza una nueva vida que debería ser un camino fácil y, sin embargo, está repleto de sombras y escollos debido a la actitud extraña de Cody, las continuas llamadas de su ex y una presencia extraña que mora bajo la superficie del lago colindante.

Título original: Monstrous

Año: 2022

Duración: 89 min.

País: Estados Unidos

Director: Chris Sivertson

Guion: Carol Chrest

Música: Tim Rutili

Fotografía: Senda Bonnet

Reparto: Christina Ricci, Santino Barnard, Don Durrel, Colleen Camp


Christina Ricci regresa al cine de terror.

Desde el 2014 existe una nueva categoría dentro del cine terrorífico: Babadook de Jennifer Kent, terror intrafamiliar. Cada vez que aparecen madre y vástago en pantalla, la gente ya empieza con “otro Babadook”, pero Monstrous juega en otra liga.


1959. Laura huye de su marido Scott y junto Cody, el hijo de ambos, empieza una nueva vida que debería ser un camino fácil y, sin embargo, está repleto de sombras y escollos debido a la actitud extraña de Cody, las continuas llamadas de su ex y una presencia extraña que mora bajo la superficie del lago colindante.

Tal vez haya otro peligro más cercano y Laura no ha conseguido identificarlo.

Monstrous tiene una baza potente a su favor: Christina Ricci, en su regreso al género de terror – junto con su gran papel en la onírica serie televisiva Yellowjackets – y es que uno puede perderse en la sonrisa triste y marciana de la actriz, y ver cómo el terror y la locura giran en su mirada. Ricci siempre ha sido una actriz muy competente, pero su maravillosa Miercoles Addams la eclipsó demasiado pronto.

El guion de la principiante Carol Chrest es un caramelo, ya que pone a disposición de la actriz todo un repertorio de emociones (terror, alegría fingida, preocupación, apatía) que Ricci sabe aprovechar. Algo que se agradece de Monstrous es que va de frente, uno sabe desde el principio que algo se está cociendo dentro de la historia – tal vez se la juegan al hacer que la originalidad no sea algo destacable en la película - y cuando llega el giro, lo que interesa no es el giro sino cómo llega; por ello esta es una película que luego hay que repensar, porque está repleta de pequeñas pistas que se captan una vez llegado el final. En ese sentido la cámara de Chris Sivertson es clásica, sin estridencias, ya que en momento alguno se oculta la amenaza sino que se muestra con rapidez y, como estamos en los años cincuenta, establece paralelismos con las películas de serie b estilo El monstruo de la laguna negra. Sitverson, codirector de la gamberra All Cheerleaders Die, y su director de fotografía, Senda Bonnet, son capaces de jugar con los colores de los años 50, acercando el mundo de Monstrous a ese lugar idílico que solo vive en los anuncios retro.


Tal vez la dirección de Sivertson sea demasiado expositiva y por ello se pierden esos momentos que deberían tener emotividad.

Si Christina Ricci es capaz de llevar la película sobre sus hombros, a destacar también la interpretación de Santino Barnard, como su hijo Cody; Colleen Camp interpreta a la insoportable mujer del casero y aunque su papel es básico, consigue generar antipatía e interés al mismo tiempo.

Sin ser nada del otro mundo, pero por lo menos no es Babadook que irrita y angustia, Monstrous es un buen regreso de Christina Ricci al género del terror.

Firma: Javier S. Donate.

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