Entrevista a Rob Jabbaz, director y guionista de The Sadness


Incendiando Taiwán con pandemia y violencia.

¿Cómo llega un canadiense a escribir The Sadness en Taiwán?

Estaba trabajando en el equipo de escritura en Machi Xcelsior Studios en Taiwán cuando golpeó la COVID en el 2020, me preguntaron si quería escribir un guion sobre zombis pandémicos. Intenté inyectar algo de violencia y locura para darle entidad propia respecto a las otras películas de zombis que se hacen por allí.

A la hora de escribir el guion ¿Te pusieron los productores algún tipo de limitaciones?

No creativamente, no… Me dejaron hacer bastante de lo que yo quería… Por alguna razón, el principal productor quería que la película terminara en un hospital. Y realmente esto no me generó problema alguno.

En el “making of” aparece un storybook muy detallado. ¿Te encargaste de controlar todo el proceso, desde la escritura al rodaje o, por ejemplo, el maquillaje de los infectados?

Totalmente… dediqué como dos meses a hacer como 500 paneles de storyboards, el arte conceptual, diagramas técnicos de cómo quería diseñar ciertos efectos… gasté más tiempo en estas cosas que en escribir el guion… tal vez algún día publiqué esos dibujos.


¿Es el tren un decorado? ¿Y el hospital?

Justo, el tren es un decorado. Y el hospital también. La verdad es que fuimos capaces de recuperar parte del dinero invertido porque vendimos el set del tren al terminar el rodaje. Creo que lo usaron para rodar una porno.

Hablando del casting, hay un montón de química entre la pareja protagonistas, Regina y Berant Zhu, parecen una pareja real.

La verdad es que esos dos hacían una pareja muy dulce.

El personaje de Tzu-Chiang Wang, el hombre de negocios, es un gran personaje. ¿Cómo fue escribirlo?

Intenté crear un personaje que, en su contexto, incluso el público pudiera llegar a comprenderlo. Tiene la crisis de los 50 años, en un callejón sin salida: el mismo trabajo gris desde hace mucho tiempo, su jefe es 20 años más joven que él. Soltero. Intentó tener sexo con prostitutas pero no consiguió una erección… Es un tipo que vive constantemente entre la vergüenza y el agobio… Hasta que un día, se transforma en el monstruo poderoso que siempre ha soñado con ser. Es un personaje que ha nacido de este celibato obligatorio.

¿Cómo fue el rodaje de The Sadness con el equipo taiwanés?

Excelente. Unos profesionales entusiastas desde el principio hasta el final.

¿Cuál fue el momento más duro del rodaje?

El momento más duro fue, probablemente, el de los jugadores de basketball. Sobre todo porque fueron dos días de rodaje con un calor terrible y tuvimos que rodar a toda velocidad porque ambos días tuvimos fuertes tormentas de truenos… si hubiera tenido más tiempo habría hecho la pelea más elaborada… todos los escolares eran artistas marciales… quise darles la oportunidad de lucirse con sus patadas giratorias y sus golpes de karate… para mi quedó perfecta… con un poco más de tiempo, podría haberla hecho más estilo película de acción.


¿Has pensado en volver al universo de The Sadness?

Nah. Ya he contado lo que me apetecía.

¿Qué nos puedes contar de tus próximos proyectos?

Quiero hacer algo con monstruos. Si ves mi cortometraje del año pasado, Clearwater, ya sabrás de lo que hablo.

¿Película de terror favorita?

Mis películas favoritas no son de terror pero si tuviera que elegir una, seria la que David Cronemberg dirigió en 1986: The Fly. Pienso que cuenta mucho acerca de los hombres y las mujeres y cómo cada uno se relaciona con el otro.