Entrevista a Sergio D’Asensio, director del cortometraje Aurora


Una pareja de ancianos vive felizmente durante toda su vida hasta que la mujer vislumbra la realidad que le acontece.


Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

La semilla para la creación del cortometraje no apareció en un momento puntual; más bien apareció tratando de contar un problema social mediante los géneros cinematográficos, en este caso el fantástico con tintes de terror.


¿Cuál ha sido el mayor escollo que te has encontrado a la hora de levantar el proyecto?

El económico, sin duda. Estamos en un contexto en el que hacer cortometrajes es fácil y a la vez difícil, aunque parezca una paradoja. Se hacen una gran cantidad de cortometrajes con ayudas y subvenciones; pero en porcentaje son pocos los que consiguen las ayudas en comparación con los que se presentan a las mismas. Si no se consiguen ayudas (en nuestro caso ni lo intentamos por los timings para el proyecto final) únicamente queda la opción de la autofinanciación.

En nuestro caso al ser un proyecto de final de grado de la Universidad únicamente disponíamos de nuestro capital privado (que era escaso) y de la campaña crowfunding que creamos y por la cual entró gran parte del presupuesto. Pese a todo, más tarde llegaron más problemas como los VFX, la caracterización y sobre todo la posproducción en general. La falta de medios económicos al final acaba siendo un escollo en cualquier fase del cortometraje, desde la preproducción hasta la distribución.


¿Cómo ha sido la acogida en festivales?

El equipo está contento con la acogida que hemos conseguido. Sinceramente, hay festivales donde nos hubiera gustado ir y no hemos sido seleccionados. Pienso que es un cortometraje con una salida bastante complicada por varios factores, por lo que todo lo que llegue será bien recibido.


¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

Que graben. Que escriban, y que graben. Que si no consiguen una productora, ni reciben ayudas, que consigan reunir algo de capital privado y mediante un crowfunding u otras opciones consigan algo de presupuesto y vayan a grabar. Se puede contar una historia sin necesidad de un gran equipo ni un gran presupuesto. Todos desearíamos tener pequeños lujos que nos hagan la vida más cómoda, pero no siempre es posible. Se han hecho cortometrajes con 1000€ que son una pasada, y han tenido un gran reconocimiento. Otros que con grandes presupuestos se han metido batacazos. Las escuelas elitistas son de gran ayuda en cuanto a equipo y material, pero se puede grabar fuera de ellas.

Mi consejo es salir y rodar. Aunque sea entre amigos. Acabar el cortometraje y distribuirlo (si no se tiene el dinero para pagar una distribuidora, se puede distribuir el cortometraje por uno mismo), pero sobre todo que no quede en un cajón, en el olvido. Que se distribuya, que salga al ruedo, que vea la luz, y eso ya será un gran logro. Cualquiera que haya realizado un cortometraje sabe que solo el hecho de tenerlo acabado es una proeza.

Yo también me veo en la situación de grandes dificultades para encontrar una productora interesada en un proyecto; después habría que ir a las ayudas y subvenciones. Si todo sale bien, genial, pero si no sale bien, ¿qué? Se queda todo en nada. Hay que agarrar esa idea y ese proyecto y darle vida. Como sea.

El “no” es lo más normal en el sector audiovisual. Hay que aprender a vivir con ello y sobreponerse. No rendirse jamás, y sobretodo, aunque sea complicado, tratar de no frustrarse o pensar que no valemos, o que valemos menos que el que está a nuestro lado.


¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

Pienso que es un género al alza. Anteriormente se veía al género como sinónimo de serie B, o incluso Z. Hoy en día una película de género puede tener un gran presupuesto y los medios de cualquier otra película de un género más accesible al público como el drama o la comedia.

Es posible (y de ahí nace Aurora) que el futuro sea conseguir contar historias con una gran importancia y background utilizando el cine de género.


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

No me veo escribiendo películas, de momento. Es un proceso que lleva su tiempo y creo que se necesita un recorrido y un conocimento tanto técnico como vital. Me parece estupendo que haya gente que con 25 o 30 años hace películas, ya sean dirigiendo o escribiendo, pero no creo que sea lo más correcto.

Tengo algunos cortometrajes escritos a los que me gustaría darles vida. Son un trozo vital, ya sea de tu corazón o tu mente, que deben salir por alguna parte. Alguno lo tengo por ahí a ver si alguna productora lo presenta a las ayudas, otros los tengo como proyectos más pequeños que necesitarán menos financiación y que podrían salir por la autoproducción y/o campaña de micromecenazgo. La idea es realizarlos con un equipo pequeño, con gente de confianza, estar contentos y pasarlo bien, y darles salida aunque los deba de distribuir yo mismo. Como ya he comentado, si una productora no se interesa en tu proyecto, hay que seguir hacia adelante.


¿Dónde se te puede encontrar?

No me gustan las redes sociales. Aun así, se me puede encontrar en Instagram @sergiodasensio. No molestaré, ya que soy bastante inactivo.


¿Película de terror favorita?

Es complicado seleccionar una película. Las que más me han fascinado en términos generales son Psicosis y El Resplandor, sin ser tampoco unas películas de género puro y duro. Debo mencionar todo el mundo y submundo de Lynch, quizás no en general, pero en su filmografía tiene cortometrajes y escenas concretas que son puramente terroríficas.

No puedo apartar de mi memoria tres escenas/personajes que marcaron mi infancia y pre adolescencia: el árbol de Poltergeist que rompe la cristalera de la habitación, el opening de Historias de la Cripta, y Samara de The Ring. Como destellos, y sin tener explicación, han quedado en mi memoria.

Actualmente creo que en cuanto a terror psicológico lo que más me ha llamado la atención es El Faro, de Robert Eggers, y su ambientación maravillosa a la altura de Dreyer.