Expediente Warren: Obligado por el demonio review

Ed y Lorraine Warren se enfrentan al demonio que posee a David, de ocho años de edad, el exorcismo funciona a medias. Cuando un brutal asesinato tiene lugar, los Warren van a basar la defensa del acusado en un hecho novedoso: la posesión demoniaca como eximente.

Título original: The Conjuring: The Devil Made Me Do It

Año: 2021

Duración: 112 min.

País: Estados Unidos

Director: Michael Chaves

Guion: David Leslie Johnson-McGoldrick

Música: Joseph Bishara

Fotografía: Michael Burgess

Reparto: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Ruairi O’Connor, John Noble, Sarah Catherine Hook


Aires nuevos para una franquicia (casi) agotada.

Fue el año 2013 cuando The Conjuring apareció en nuestras vidas con la historia (real/inventada/ficcionada) de los Warren. Con una rapidez inusual, hablando del cine de terror, la historia de esta curiosa pareja dio pie a una lucrativa franquicia que, en el 2021, pide a gritos aire fresco.


Ed y Lorraine Warren se enfrentan al demonio que posee a David, de ocho años de edad, el exorcismo funciona a medias. Cuando un brutal asesinato tiene lugar, los Warren van a basar la defensa del acusado en un hecho novedoso: la posesión demoniaca como eximente.

La cabeza pensante de este universo Warren, James Wan, deja el buque insignia de la franquicia en manos de Michael Chaves, autor de La Llorona, lo que ayuda a que este Obligado por el demonio tenga aciertos y fallos. Estos últimos vienen de las rígidas reglas del Universo Warren, que han convertido la mayor parte de las secuelas/spin off en calcos: los golpes de efecto, el ritmo tan medido, la música omnipresente… lo que en su día fue novedad ahora corre el riesgo de convertirse en una comedia involuntaria, tal como le ocurrió a La Monja de Corin Hardy.

Pero Michael Chaves en la dirección y el guionista David Leslie Johnson-McGoldrick consiguen insuflar vida a este universo agotado al dejar atrás los clichés de películas anteriores, porque ya no ocurre todo en el interior de una casa ni Patrick Wilson/Ed Warren se pone a tocar la guitarra y arreglar las goteras del tejado, sino que nos encontramos con una investigación policial/sobrenatural que abre el horizonte desde los espíritus a grupo satanistas y a demonios. Aunque todo esto funciona se echa en falta el elemento judicial que acompañaba la historia original.


Incluso se nota esta búsqueda de cambio en el trabajo del compositor Joseph Bishara, que introduce nuevas melodías en sus inmersivas partituras, y del director de fotografía Michael Burgess – quien también se encargó de la fotografía en la divertidísima e infravalorada Annabelle Comes Home –.

Patrick Wilson y Vera Farmiga, como Ed y Lorraine Warren, se notan cansados de unos papeles sobrexplotados y aunque Farmiga sigue por la labor ya que su personaje es el más agradecido de esta entrega, Patrick Wilson va de un lado a otro poniendo el gesto que le pide la historia. Ruairi O’Connor, el sufridor de esta historia, está convincente pero es John Noble quien demuestra su gran arte al protagonizar la mejor secuencia de la película tan sólo contando una historia a cámara.

Los creadores del universo Warren tienen ahora mismo dos opciones:
  • Seguir manteniendo la franquicia con estas rígidas normas que dan muestras de agotamiento.
  • Abrir la mano a otros creadores y caminos que den su propia visión de Warrenverso, siguiendo el ejemplo de Anabelle Comes Home y este Obligado por el demonio en el que Michael Chaves y David Leslie Johnson-McGoldrick plantean un nuevo escenario que puede renovar el Universo
Para mí la decisión es fácil.

Firma: Javier S. Donate.

🎬 VOD