Entrevista a DaVid Conill, director del cortometraje No deixis que m’enfonsi


Un hombre que vive solo en medio de la nada, se aferra a la amistad que mantiene con un monstruo acuático y dos amigos con los que comparte momentos y secretos.


Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

Personalmente me gusta mucho explicar historias aparentemente normales con tintes de fantástico, esto me permite profundizar en las relaciones humanas y los personajes que tienen más de lo que parece. En esta ocasión me gustaba mucho tratar la relación entre personas y un monstruo, el vínculo que se crea entorno a ellos y cómo de importante es para la supervivencia de las personas.


¿Cuál ha sido el mayor escollo que te has encontrado a la hora de levantar el proyecto?

En esta ocasión en concreto ninguno, todo fue de maravilla. La gente que participó en el proyecto antes, mientras y después del rodaje puso todo de su parte para que nada fuera mal, y así fue.


¿Cómo ha sido la acogida en festivales?

Muy buena, mucho mejor de lo que me esperaba, llevamos proyectado en más de 60 festivales de todo el mundo y unos veinte premios recibidos.


¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

Que filmen todo aquello que crean interesante, que jueguen y experimenten sin ningún temor más que el de aprender sin ningún tipo de presión externa.


¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

Bien, la verdad es que el género cuenta con muchos títulos y propuestas muy interesantes, si bien algunas flaquean en cuanto a ideas, pero en general la producción tiene “buena salud”.


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

De momento la cosa esta completamente parada, estamos moviendo algún que otro proyecto, pero a nivel creativo estamos muy flojos. De todas formas estoy convencido que el día menos pensado volvemos a ponernos detrás de una cámara para rodar alguna historia que valga la pena ser contada.


¿Dónde se te puede encontrar?

Nosferatu
(1922) de Murnau, curiosamente el próximo año celebrará su centenario.