Invasion of the Body Snatchers review

El doctor rural Miles J. Bennel vuelve a su pueblo, Santa Mira, ya que muchos de sus pacientes afirman que viven junto a seres que han impostado a sus familiares. Lo que parece ser una crisis histérica colectiva se revela como algo mucho más peligroso y maligno que puede terminar con la raza humana.

Título original: Invasion of the Body Snatchers

Año: 1956

Duración: 94 min.

País: Estados Unidos

Director: Don Siegel

Guion: Daniel Mainwaring

Música: Carmen Dragon

Fotografía: Ellsworth Frederiks

Reparto: Kevin McArthy, Dana Winters, King Donovan, Carolyn Jones.


La creación de un concepto que sigue vigente.

El síndrome de Capgras es la creencia irracional de que tus seres queridos han sido suplantados por impostores, son ellos e idénticos desde la cabeza a los pies pero NO son ellos.

Bienvenidos al mundo de los ultracuerpos.


El doctor rural Miles J. Bennel vuelve a su pueblo, Santa Mira, ya que muchos de sus pacientes afirman que viven junto a seres que han impostado a sus familiares. Lo que parece ser una crisis histérica colectiva se revela como algo mucho más peligroso y maligno que puede terminar con la raza humana.

Es curioso como una película de encargo como esta, el director Don Siegel es capaz de hacerla suya. Siegel, que pasará a la historia como director de películas violentas, thrillers y dramas, crea con Invasion of the Body Snatchers un concepto que sigue funcionando tanto – o más con esto de las redes sociales – como el primer día: la suplantación, fingir ser otra persona. La cámara de Siegel es casi estática, apenas hay movimiento, pero es capaz de convertir un lugar paradisíaco como Santa Mira en un auténtico infierno sobre la tierra.

Basada en la muy entretenida novela de Jack Finney, cuya única intención era cobrar el dinero del Collier’s Magacine por publicar, Body Snatchers plantea una historia sencilla – los humanos están siendo sustituidos por copias exactas, pero sin emociones – que se convierte universal ya que puede ser analizada desde distintos puntos de vista: ¿Es la historia del grupo contra el diferente? ¿Acaso nos habla del comunismo que era visto como antiamericano en estos días? ¿Puede ser que se trate del fin de una época y los últimos “aborígenes” se nieguen a desaparecer? El escenario elegido por Finney, con guion de Daniel Mainwaring, funciona a la perfección porque esta pequeña ciudad – que el propio autor califica de “dormida” – se va transformando y las miradas se vuelven distantes mientras tus vecinos pueden llegar a ser amenazadores. Es curioso cómo, de una revisión a otra, uno se sabe toda la historia pero continúa funcionando igual o mejor que la primera vez.


El tono que Siegel da a Body Snatchers, con la fotografía del artesano Ellsworth Frederiks, es ligero sobre todo por el tiempo que dedica al tonteo romántico entre Kevin McArthy y Dana Winters, pero el ritmo medido va tomando velocidad y con la aparición de las vainas – atención al trabajo de los FX de la época que siguen resultando sorprendentes – ya no hay vuelta atrás y el espectador se verá arrastrado a una carrera continua repleta de grandes momentos. Tanto Kevin McArthy como Dana Winters consiguen hacer creíble que unos personajes tan mundanos se conviertan en la última esperanza de la humanidad.

Solo puedo terminar con unas palabras proféticas: “están aquí, puede ser cualquiera de vosotros, puede ser tu vecino, o tal vez tu”.

Firma: Javier S. Donate.

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