Body Snatchers review

El padre de Marti, una adolescente que necesita emoción en su vida, trabaja para el ministerio de sanidad de Estados Unidos y, por ello, su siguiente destino es una base militar donde pronto descubrirán que nadie es quien dice ser.

Título original: Body Snatchers

Año: 1993

Duración: 97 min.

País: Estados Unidos

Director: Abel Ferrara

Guion: Stuart Gordon, Dennis Paoli, Nicholas St. John. (Historia de Larry Cohen y Raimond Cisthery)

Música: Joe Delia

Fotografía: Bojan Bazelli

Reparto: Gabrielle Anwar, Meg Tilly, Forest Whitaker, Christine Elise, Billy Wirth


Tantas tramas abiertas no dejan ver los ultracuerpos.

Pues la idea de llevar la invasión de ultracuerpos a una base militar me parece brillante pero, claro, una idea brillante no equivale a una película brillante. Veamos qué ocurre con Body Snatchers.


El padre de Marti, una adolescente que necesita emoción en su vida, trabaja para el ministerio de sanidad de Estados Unidos y, por ello, su siguiente destino es una base militar donde pronto descubrirán que nadie es quien dice ser.

Larry Cohen era un gamberro y seguro que lo pasó en grande pensando en esta historia repleta de soldados tan rígidos como si tuvieran un palo metido en… Ejem. Stuart Gordon, guionista junto a su colega Dennis Paoli y una de las primeras opciones para dirigir este proyecto, siempre demostró, como en Reanimator y en From Beyond, sacar oro de presupuestos exiguos mientras añadía humor negro; pero al final fue el intenso Abel Ferrara quien se llevó el gato al agua y reescribió el proyecto junto a su guionista oficial, Nicholas St. John. Todo esto es para dejar claro que estamos ante una película Frankenstein en el que se nota que metió mano demasiada gente.

Este nuevo acercamiento a Body Snatchers ya dejaba de lado el misterio, no importaba el cuándo empieza la historia sino cómo terminará, y por el camino hay buenas ideas repartidas que pierden la batalla frente a la lucha por las audiencias ya que la protagonista es una adolescente, heredera del espíritu de los ochenta, y ahí encontramos el mayor punto débil de la historia: el personaje de Gabrielle Anwar es el más flojo de toda la película y se cruza con otros personajes con mayor interés como la hija del general de la base, el padre de Anwar, el hermano pequeño, la madrastra… Por ahí encontramos retazos de otras versiones de guion en las que el psiquiatra interpretado por Forest Whitaker tendría más de dos secuencias.

Pero a cambio, este Body Snatchers con espíritu de serie B dirigida por un Abel Ferrara a la búsqueda del cheque, tiene las mejores secuencias de cambios de humanos a ultracuerpos de todas estas películas. Es antológica la secuencia de Gabrielle Anwar en la bañera, dormida a merced de una vaina, mientras el resto de su familia sufre el mismo destino; tanto aquí como en el cierre de esta secuencia, con una magnifica Meg Tilly aleccionando a su familia, encontramos lo que debería ser esta versión.


Como ya decía antes, aparte de que el punto de vista salta de un lado a otro, el casting cuenta con un error de base: Gabrielle Anwar estaba en sus cinco minutos de gloria, pero se muestra incapaz de dar entidad a su personaje, qué diferente hubiera sido de haberse cambiado el papel con la roba escenas Christine Elise; Meg Tilly es lo mejor de la película y Forest Whitaker está tan intenso que igual se pensaba le iban a dar un Óscar.

Body Snatchers, es divertida y se pasa volando, pero cuando termina se quedan las ganas de jugar al “What If?” ¿Y si Stuart Gordon la hubiera dirigido? ¿Cómo hubiera resultado con Larry Cohen al guion? Posiblemente la puntuación subiría exponencialmente.

Firma: Javier S. Donate.

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