Wrong Turn review

Scott Shaw viaja a los Apalaches en busca de su hija Jen, quien desapareció junto a sus amigos hace meses. En el último pueblo donde se localizó a Jen, los ciudadanos no parecen muy colaborativos pero todo apunta a que en los montes vive algo o alguien muy peligroso.

Título original: Wrong Turn

Año: 2020

Duración: 94 min.

País: Estados Unidos

Director: Mike P. Nelson

Guion: Alan B. McElroy

Música: Stephen Lukach

Fotografía: Nick Junkersfeld

Reparto: Charlotte Vega, Matthew Modine, Emma Dumont, Bill Sage, Dylan McTee, Adain Bradley.


Ideas interesantes en la saga equivocada.

Sin ser fan de Wrong Turn, que incomprensiblemente se convirtió en una saga, la recordaba con agrado y, por ello, la curiosidad me empujó a esta nueva versión.


Scott Shaw viaja a los Apalaches en busca de su hija Jen, quien desapareció junto a sus amigos hace meses. En el último pueblo donde se localizó a Jen, los ciudadanos no parecen muy colaborativos pero todo apunta a que en los montes vive algo o alguien muy peligroso.

Hay algo interesante en dejar que el mismo guionista de la original escriba, diecisiete años después, el guion del remake – ¿O será Reboot? – porque seguro que durante estos años se le ocurrieron mil ideas al respecto… En la nueva propuesta de Alan B. McElroy se nota el trabajo que ha puesto al intentar crear un marco interesante y misterioso como este pueblo repleto de rednecks, o unos personajes con los que pueda identificarse el espectador, aquí no está muy acertado. Al jugar con el presente/pasado, el misterio crece porque uno sabe que los del pueblo mienten como bellacos y necesitamos descubrir la razón.

El director Mike P. Nelson se maneja bien generando ambientes, su cámara es elegante pero obvia el elemento que tanto gustó en el Wrong Turn de 2003: esa violencia sucia, las heridas tan dolorosas y unas muertes repulsivas. Aquí, supongo que para intentar llegar al mayor número de público, mueve la cámara cuando llega el momento “duro” y con eso defrauda a los fans; Nelson prefiere alejarse de esos bosque agobiantes y siniestros de las películas originales y, por ello, el director de fotografía Nick Junkersfeld crea un mundo que linda con lo publicitario.


Durante cincuenta minutos, Mike P. Nelson y Alan B. McElroy hacen avanzar la historia con interés a pesar de estos personajes que resultan artificialmente “guays”, pero cuando la trama se mueve hacia otros terrenos, Wrong Turn pierde totalmente su identidad y el titulo se revela como un reclamo. En este momento la película se convierte en algo totalmente diferente, en otra película… ¿Mejor o peor? No sabría decirlo porque al intentar huir de La Matanza de Texas cae de lleno en Las Colinas tienen Ojos. Para narrar todo lo que cambian los personajes, la historia necesitaría más recorrido que seis semanas ya que desde aquí hasta el final implica demasiados, saltos de fe para el espectador… atención a los diez minutos finales y a los títulos de crédito, no añadiré más.

A nivel actoral, destacaría al clásico Matthew Modine por su saber estar, Charlotte Vega tiene química con la cámara y destila carisma mientras Bill Sage aporta un físico inquietante pero carga con un personaje que empieza fuerte y pierde gas. Dylan McTee encarna a la perfección al personaje más odioso de la película y Adain Bradley, como Darius, pega unos giros aún más bruscos que los del guion.

¿Mi consejo? Tomate el visionado como dos películas – ninguna especialmente brillante –, hasta el minuto 50 tendrás un nuevo acercamiento a Wrong Turn y luego… dependerá de ti si entras al juego o no.

Firma: Javier S. Donate.

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