FANT Bilbao - Spiral review

1995. La pareja formada por Malik y Aaron, junto a la hija de este, Kayla, se mudan a un pequeño pueblo donde Aaron ha conseguido trabajo. Malik se pasa el día encerrado en casa y pronto descubre que despierta una curiosidad inusual en la zona; a su vez, Kayla empieza a tontear con un vecino, Tyler. Puede que todo esté conectado.

Título original: Spiral

Año: 2019

Duración: 87 min.

País: Canadá

Director: Kurtis David Harder

Guion: Colin Miniham, John Poliquin

Música: Avery Kentis

Fotografía: Bradley Stukel

Reparto: Jeffrey Bowyer-Chapman, Ari Cohen, Jennifer Laporte, Ty Wood, Chandra West


Terror a lo desconocido.

En las sociedades pequeñas, en este caso un pueblo perdido en medio de la nada, la llegada de los nuevos puede ser motivo de alegría o desconfianza, pero lo que siempre despierta es curiosidad. Y para los recién llegados, tantas miradas recelosas igual esconden algo peligroso.


1995. La pareja formada por Malik y Aaron, junto a la hija de este, Kayla, se mudan a un pequeño pueblo donde Aaron ha conseguido trabajo. Malik se pasa el día encerrado en casa y pronto descubre que despierta una curiosidad inusual en la zona; a su vez, Kayla empieza a tontear con un vecino, Tyler. Puede que todo esté conectado.

Colin Minihan parece haberle cogido el gusto al mundo LGTB tras su multipremiada What Keeps You Alive, pero en esta ocasión la jugada no le ha salido tan bien. Spiral, coescrita con un miembro de su círculo creativo, John Poliquin, se apunta a la moda redescubierta por cierta película que tuvo éxito en el 2018 – y ahí lo dejo -; digamos que Spiral abre muchos frentes y aunque luego todos convergen, el camino resulta bastante arduo debido a la falta de interés generado. Por el camino, ya que se ambienta en los años noventa, ciertos apuntes acerca del impacto social del SIDA y el miedo a la comunidad gay.

La cámara de Kurtis David Harder funciona y ayuda a crear todos esos momentos de extrañeza que una película como Spiral necesita, y gran parte del problema reside en unos personajes que van a de un lado a otro como almas en pena, de una trama que parece resistirse a avanzar y de unos secretos ocultos que el espectador avezado sabrá anticipar en su mayor parte.


Tristemente, la pareja protagonista de Spiral – formada por Jeffrey Bowyer-Chapman y Ari Cohen – no solo deben ser la pareja gay más aburrida de la historia, sino – así a nivel general - de las más plomizas que he visto en pantalla por muchos años; es imposible creerse a Ari Cohen soltándose el pelo en fiestas del orgullo gay, aparte que apenas sabemos nada de su personaje y eso que es uno de los protagonistas. Su hija Kayla, interpretada por Jennifer Laporte, es irritante pero no por la adolescencia sino porque su paso por la historia es rellenar tiempo hasta el final. Más convincente resulta el joven Ty Wood debido a que bajo la mirada de su personaje se oculta algo inquietante.

Tal vez pienses que me estoy cebando con Spiral y te aseguro que no es así, que hay alguna idea interesante y que todo el elemento conspiranoico del protagonista tiene un buen planteamiento aunque se abuse de cierto flashback, pero algunas de las pistas son torpes – una incluso plagiada de Sixth Sense de M. Night Shyamalan – y la trama avanza a un ritmo que empuja fuera de la historia.

La espiral seguirá dando vueltas, a la espera de una mejor aproximación.

Firma: Javier S. Donate.

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