FANT Bilbao - The White Of The Eye review

En Tucson, alguien se cuela en casa de mujeres y las asesina de forma gráfica y cruel. La joven pareja formada por Paul y Joan White se enfrenta...

Título original: The White Of The Eye

Año: 1987

Duración: 100 min.

País: Estados Unidos

Director: Donald Cammel

Guion: China Kong, Donald Cammel.

Música: Rick Fenn, Nick Manson

Fotografía: Larry McConkey

Reparto: David Keith, Cathy Moriary, Alan Rosemberg, Art Evans


Una sugerente mezcla de géneros.

Para mi David Keith solo tenía tres highlights:
  • Era el que la palmaba en An Officer And A Gentlemen.
  • El sufrido padre de Drew Barrymore en Firestarter
  • Haber dirigido una de las mejores adaptaciones de P. Lovecraft con Granja Maldita (AKA The Curse).
Pero The White Of The Eye es el cuarto y, posiblemente, el highlight más alto en la carrera de David Keith.


En Tucson, alguien se cuela en casa de mujeres y las asesina de forma gráfica y cruel. La joven pareja formada por Paul y Joan White se enfrenta al infierno cuando la policía señale a Paul como sospechoso. Las sospechas se instalan en el seno de la familia White mientras los asesinatos continúan.

Todo en The White Of The Eye está lleno de riesgo, sobre todo porque provino de una de las productoras de los ochenta, la Cannon, que intentaba soltar la menor pasta posible para los rodajes y eso se nota ya que hay cierta sensación de que Donald Cammel, en su tercera y última película como director, estuvo haciendo malabares con el presupuesto y como muestra la fotografía de Larry McConkey y la terrible música de Rick Fenn y Nick Manson; pero el mayor riesgo que tomó fue rodar una película tan bizarra en el sitio más vulgar del mundo: Tucson.

La novela de Margaret Tracy (pseudónimo de Andre y Lawrence Klavan), Mrs White, es una amalgama de distintos géneros que van desde el drama hasta el noir, pero en las manos de Cammel – quien como pintor se muestra interesado por la estética y eso lo vemos tanto en los asesinados como en los planos aéreos – se convierte en una suerte de giallo que se trasmuta en policiaco con gotas de erotismo, toques de psychokiller y con lo peor de la estética de los ochenta.

La cinta, coescrita entre el propio Cammel y su mujer de aquella época, China Kong, se mueve adelante y atrás, saltando de forma tan caprichosa que un espectador poco implicado preferirá saltar del barco que continuar navegando en aguas tan revueltas; al no haber leído la novela es imposible saber qué se quedó en el tintero pero uno intuye que el triángulo amoroso del pasado tuvo más peso y, sobre todo, que la relación entre Paul White y su competidor Mike Desantos, fue algo más oscuro y perverso de lo que está sugerido.

Empezaba la review hablando de David Keith, el alma de la película de principio a fin. Solo decir que en las manos de Cammel se convierte en un camaleón: seductor, seducido, padre amoroso, profesional del sonido, ambiguo, icono sexual… Keith no tiene miedo a nada y deja que Cammel le convierta en una suerte de Heavy súper hortera y sexy. Atención al tratamiento que se hace del sexo en pareja, sobre todo al momento delante de la chimenea; lo dejo ahí pero un bravo por todos los que participaron en esta secuencia.


Cathy Moriarty está maravillosa como Joan White y Alan Rosemberg, como Mike tiene uno de los personajes más extraños debido a los recortes de su trama ya sea en guion o en el montaje de la película.

El ritmo moroso de The White Of The Eye te puede echar atrás, cierto, pero también te dejo claro que es uno de los descubrimientos más bizarros que he hecho en mucho tiempo.

Firma: Javier S. Donate.

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