28 Días Después review


Jim se despierta desorientado en un hospital, no hay nadie a su alrededor. Al salir a la calle, solo puede observar atónito una Londres despoblada, parece que todos se han ido con prisa. Pronto se dará cuenta que no está solo. Un terrible virus está transformando a todos los habitantes de Londres, en bestias sedientas de sangre.

Título original: 28 Days Later

Año: 2002

Duración: 113 min.

País: Reuni Unido

Director: Danny Boyle

Guion: Alex Garland

Música: John Murphy

Fotografía: Anthony Dod Mantle

Reparto: Cillian Murphy, Naomie Harris, Brendan Gleeson, Megan Burns, Christopher Eccleston


El relevo del zombie de Romero.

En una época donde las películas de zombies no estaban viviendo su mejor momento, llegó 28 Días Después. Y no fue solo para revivir este género ya muerto (nunca mejor dicho), sino para dar un gran golpe sobre la mesa aportando una nueva serie de “normas” sobre este género, el cual cambiaría para siempre.


Creo que al sentarnos en la butaca a disfrutar de este film, lo que más nos sorprendió a todos es ver lo bien que el director Danny Boyle, se desenvuelve entre vísceras y caminantes. Pues a pesar de su indudable buena reputación como director, su éxito hasta la fecha siempre había estado marcado por películas muy alejadas al terror. Pero al terminar de visionar el film, NADIE, y repito nadie, tras ver esta cinta quedaría indiferente. Tal vez no haya marcado tanto como La noche de los muertos vivientes, pero su aportación a este subgénero es innegable.

Jim se despierta desorientado en un hospital, no hay nadie a su alrededor. Al salir a la calle, solo puede observar atónito una Londres despoblada, parece que todos se han ido con prisa. Pronto se dará cuenta que no está solo. Un terrible virus está transformando a todos los habitantes de Londres, en bestias sedientas de sangre.

Pero seamos correctos, pues si analizamos este film, sus protagonistas no son muertos vivientes. Pues para ser exactos estamos ante infectados. Las principales diferencias entre estos y los clásicos muertos vivientes principalmente son que no infectan mordiendo, sino con la sangre y la otra gran característica es la capacidad de correr y la agresividad desmedida que “los corredores” tienen. Para ejemplificar esto en la cinta hay dos grandes momentos. Los resumiré en: “la parada en boxes” y la “fiesta en la mansión”.

El guion de Alex Garland es simplemente perfecto. Ejemplifica a la perfección cómo nos deshumanizamos ante una catástrofe de esa magnitud. Sumado a esto, tenemos la dirección de Boyle, ejemplar. Toda la narrativa en forma de road movie macabra es una genialidad, pero lo mejor de todo es que el espectador va descubriendo toda la trama a la vez que su protagonista, Cillian Muprhy. Únicamente en este apartado la única pega que pondría es su inicio, algo tosco comparado con el resto del metraje.


Pero si algo se volvió icónico de este film, es sin duda su tema principal. Compuesto por John Murphy, nos regala una melodía icónica dentro ya no solo del género del terror sino del cine. Increíble y que acompaña de una manera sublime en los momentos más tensos a los protagonistas.

Y hablando de ellos, los protagonistas. La química entre el cuarteto de supervivientes es fenomenal, ríete tú de Walking Dead que necesita 4 temporadas para contarnos la vida de sus protagonistas cuando Boyle consigue lo mismo en 30 minutos. En este sentido, cuando perdemos a Brendan Gleeson de la ecuación la película decae unos puntos, aun así, un casi desconocido y joven Cillian Murphy tira del carro en esa parte final.

Posiblemente a estas alturas del juego todos los que estáis leyendo esta crítica ya conocéis a la perfección esta película y posiblemente su secuela. Si no es el caso, obviamente queda más que recomendada que la veáis, ya no solo 28 Días Después, sino también su mencionada secuela. Si bien es verdad que no llega al nivel de la original, es un gran complemento a esta.

Firma: Omar Parra.
@Omar_FTW

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