Entrevista a Peter Strickland. Director de Berberian Sound Studio


Entrevista realizada en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei 2019 a Peter Strickland. Director de Berberian Sound Studio.


En Berberian Sound Studio ¿te inspiraste en alguien real para los personajes (por ejemplo Giancarlo Santini)?

Todos los personajes están basados en otra gente y también están basados en mí, pero nadie es exactamente una persona en concreto, está mezclado. Soy como un criminal, intento esconder mis pruebas. Una de las motivaciones de ser director es la fascinación con los seres humanos. Uno no entiende a los seres humanos en realidad y eso me impulsa a escribir. El mundo puede ser abstracto o surrealista pero los personajes deben ser muy humanos, con sus deseos y contradicciones.


Explícanos el proceso de casting en Berberian Sound Studio.

Escribí el personaje de Gilderoy basándome en el músico Adam Boem, como mínimo en alguna de sus características. Hicimos algunas grabaciones con él, pero no es actor y quedó claro que necesitábamos a alguien que hiciera su papel. Es un personaje interesante, el rango del personaje es muy estrecho, no va ni muy arriba ni muy abajo, se queda más o menos siempre igual, y creo que eso requiere aún más dotes de actuación. Entonces conocimos a Toby Jones. Shaheen Baig, que era la encargada del casting, me lo presentó y por suerte le gustó el guion, así que eso fue fácil. Los italianos no fueron tan sencillos. Por dinero teníamos que rodar en Londres y no hay tantos italianos en Londres así que con la secretaria no pudimos encontrar italianas pero encontramos a una griega y pensé “hay que cambiar el personaje, puede hablar italiano pero cualquier italiano se daría cuenta que no lo es”. En resumen, fue bastante fácil y directo.


¿Era tu intención que Berberian Sound Studio se convirtiera en una película atemporal?

No lo sabía en realidad. Está ambientada en 1977 si no recuerdo mal. Un poco se basó en el material que teníamos, que era de esa época. La música italiana, el cine italiano, el doblaje italiano, Fellini doblaba películas… Así que no, sea lo que fuere no es realista. El estudio que se ve es un súper estudio, normalmente los estudios tienen separada la parte de grabación y la de mixing, grabas algo y luego lo llevas a mezclar, no lo haces en el mismo sitio. Pero nos permitimos esta licencia de crear este estudio fantástico donde todo sucede. Se podría decir que todas mis películas son ambientadas en la mente de alguien.


¿Crees que el giallo vuelve a estar de moda?

Me he dado cuenta que sí, mucho (risas). Es cierto, ha vuelto, es raro y divertido, cuando estábamos haciendo In Fabric, mi nueva película, todo el mundo decía giallo, giallo, una y otra vez. Con esta película sentí que no hacía giallo, sino que hacía algo distinto. Me gusta que haya vuelto pero a la vez es frustrante. Es como David Lynch “si es extraño debe ser Lynch” y ahora, si es oscuro y extraño debe ser giallo. Creo que hay otras maneras de describir algo aparte de giallo y Lynch, giallo y Lynch, giallo y Lynch… a veces es demasiado.


En In Fabric te servistes del giallo para la película, así como en Berberian Sound Studio. ¿Para cuándo un giallo 100%?

Aún no he planeado nada, he escrito las próximas 2 o casi 3 películas y ninguna tiene nada que ver con el giallo. Aunque en In Fabric pensé que no tenía nada que ver con giallo y mira, quién sabe. Quiero escribir también un romance sadomasoquista y la gente la clasificará como giallo, así que no sé. Las siguientes películas serán: una de pornografía gay, una para niños y una sobre comida, así que en principio nada de giallo.


Has hecho destacados trabajos en el cine documental, ¿es un formato donde puedes desarrollar tu creatividad?

Yo no le llamaría documental. Hice un concert-film de Bjork, no un documental. Ella fue la jefa, se hacía lo que ella quería y ya está, pero realmente me encantó muchísimo. Es maravilloso rendirse a lo que otro quiere, porque normalmente es lo que yo quiero y cuando quieres algo siempre estás discutiéndote con alguien porque ese alguien quiere imponer su visión. En cambio, cuando haces lo que otro dice es muy claro desde el comienzo: “es su música, es su visión, hago lo que ella quiere” y nunca fue agresiva, me daba espacio. Fue una gran lección para mí.

Eso me llevó a hacer de guionista para otros directores, que es lo que hago ahora simplemente para ganar dinero y también el director es el jefe, o el productor y entrego cuando he acabado.

Tengo que decir que fue difícil hacer la película de Bjork, no por ella, ella fue lo más fácil, sino porque tenía un escenario circular, había 16 cámaras y se tenía que evitar que se vieran en las imágenes. Tuvimos un gran director de fotografía llamado Brett Turnbull y gestionó toda esa geometría de las cámaras para que se evitaran entre ellas. Estuvo codirigido con Nick Fenton y ha sido una de las producciones en las que más he disfrutado trabajando.


Tus películas tienen muy buenas críticas, ¿crees que la reacción del público es similar?

No lo sé la verdad. En In Fabric no tuvimos público, fue un desastre de taquilla (risas), como mínimo en el Reino Unido.

Voy a festivales, voy a estrenos de películas, la semana pasada por ejemplo estuve en París en un estreno y había 10 personas en el público así que es bastante difícil captar las reacciones.

Siempre he intentado hacer lo que quiero hacer, lo que tengo en mi cabeza. Soy un ser humano y seguro que hay alguien más como yo ahí fuera. Da igual de qué hagas las películas, hay gente que hace films de maquetas de trenes, puedes pensar que es bizarro pero seguro que hay miles de personas que lo quieren ver. Quizá a la gente no le gustan las películas de lluvias doradas pero seguro que hay alguien a quien sí (risas).


¿Película de terror favorita?

Mmmm muchas, es difícil escoger una. Mis películas favoritas de terror me gustan por otros motivos. En realidad no me gusta ver gente sufrir, no las miro por estos motivos sino por la energía, por la psicodelia. Por ejemplo La Matanza de Texas, la energía de esa película es como una pesadilla, de hecho si quitas la sangre y los asesinatos, seguiría siendo escalofriante. El diseño del sonido es fantástico: es salvaje, peligroso y desquiciante.

Me encanta también Suspiria, especialmente los primeros 15 minutos con la banda sonora. Carnival of Souls que es una película en blanco y negro de zombis, muy anterior a la película de Romero, Night of the Living Dead, hay una gran sensación de pérdida en esa película, que viene un poco de no se sabe dónde, ya que el director desapareció luego. Me pareció como si hubieran encontrado la cinta enterrada en el jardín de alguien. Seguro que hay otras que me he olvidado, pero menciono esas.