Entrevista a Diego H. Kataryniuk. Director del cortometraje Amargo Era El Postre


Entrevista realizada en el Festival Nocturna de Madrid 2019 a Diego H. Kataryniuk. Director del cortometraje Amargo Era El Postre.


Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

Pues se trata de la adaptación de un relato corto de mi profesor de audiovisuales y escritor Juan Manuel Sánchez Villoldo, La cena, una maravilla de relato que cuando lo leí me quedé prendado. Me recordó a los libros de Agatha Christie y a La venganza del conde de Montecristo, visualmente hablando, y aunque los personajes estaban muy bien construidos era como estar leyendo el relato de una cena de trabajo de cualquier político o empresario actual.


¿Cuál ha sido el mayor escollo que te has encontrado a la hora de levantar el proyecto?

La época. Muchos proyectos se sitúan en la guerra civil, o segunda guerra mundial. El que esta historia sea del siglo XVIII fue todo un reto, algo pocas veces o nunca visto en el mundo del cortometraje. Fue un reto que los trajes y pelucas fuesen lo más realista posibles, pero ahí entran los departamentos de vestuario con Nerea Torrijos y Eva Urkiza y maquillaje de la mano de Balú Hair Trends que hicieron que todo fuese sencillo.


¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

Que se arriesguen, que no dejen que nadie les diga lo que se puede hacer y lo que no. Que apuesten por su proyecto por muy difícil y caro que parezca.


¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

Me parece que está más en auge que nunca. Hay muchas productoras que han apostado por el género como base para sus proyectos y que le han dado una vuelta de tuerca. En el caso de nuestro país siempre ha estado presente, pero con la nueva generación de directores y productores se ha afianzado.

Tenemos la posibilidad de hacer algo nuevo, que el género fantástico pueda además de entretener ser social o reivindicar injusticias, algo que ya se hizo durante una época con George A. Romero y la creación del género Zombie, denuncia social sobre el consumismo extremo, pero se desvirtuó. Ahora con éxitos como Errementari o El Hoyo podemos decir que está de moda. No me meto en el cine americano, porque no acabaríamos.


¿Cómo ha sido la acogida en festivales?

La verdad es que arrancamos muy bien el año, Medina del Campo nos dio el primer empujón, pero el éxito cosechado en el FANT, haciendo historia con dos premios (Mejor Cortometraje y Premio del Público), nos ha dado alas. Ahora toca coger musculatura y seguir luchando porque el nivel está muy alto.


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

Pues sí, claro. Tengo en marcha cuatro proyectos de largometrajes en fase de guion y desarrollo. Uno de género puro, una comedia, un drama y arrancando además una de época basada en hechos reales, cómo no, siglo XVIII, que lucharé por conseguir. Mientras esto ocurre tengo en marcha dos cortometrajes de género, uno es un drama fantástico muy tierno y el otro una bestia de género puro con un tono social aún más grande que Amargo era el Postre, pero que es aún más ambicioso que este último.


¿Película de terror favorita?

Uy, no tengo una película de terror favorita, me gustan todas pero te diré varias.
La bruja, Babadook, Déjame entrar, La noche de los muertos vivientes, El extraño…
Pero me lo veo todo y cuando digo todo es todo lo que cae en mis manos.