Muñeco Diabólico review

En una fábrica asiática se construye la nueva sensación en juguetes para niños que viven en el otro extremo del mundo. Un empleado descontento elimina todas las restricciones de uno de ellos y lo meten en un barco rumbo a occidente. Poco después, una madre soltera decide regalar uno de esos muñecos a su hijo por su cumpleaños.

Título original: Child's Play

Año: 2019

Duración: 90 min.

País: Estados Unidos

Director; Lars Klevberg

Guion: Tyler Burton Smith

Música: Bear McCreary

Fotografía: Brendan Uegama

Reparto: Aubrey Plaza, Mark Hamill, Brian Tyree Henry, Tim Matheson, Gabriel Bateman, David Lewis, Ty Consiglio, Amber Taylor, Beatrice Kitsos


Tan innecesaria como disfrutable.

¿Alguien esperaba un remake de la película Child's Play? La saga original, con todos los problemas que tiene, va sacando entregas con cierta regularidad e incluso se está preparando una serie de televisión protagonizada por el muñeco del demonio. Pero resulta que por una carambola de derechos eran varias las productoras que, legalmente, podían hacer una nueva versión de la primera película (y ojo, solo de la primera), y además estamos en una época en la que las majors están hambrientas por empezar nuevas sagas con el menor esfuerzo posible. Sumas ambos factores y nos encontramos con Muñeco Diabólico, una cinta que nadie pedía pero que no se puede evitar cierta curiosidad para ver qué ha salido de aquí.


En una fábrica asiática se construye la nueva sensación en juguetes para niños que viven en el otro extremo del mundo. Un empleado descontento elimina todas las restricciones de uno de ellos y lo meten en un barco rumbo a occidente. Poco después, una madre soltera decide regalar uno de esos muñecos a su hijo por su cumpleaños.

La cinta elimina todo rastro de posesión que sí tenía la original (fórmula extraña pero encantadora) y se vuelca más en el mundo de la Inteligencia Artificial y la tecnología defectuosa. Hablar de inverosimilitud en esta cinta me parece injusto pues ya la original jugaba con reglas totalmente fantásticas que todos hemos asumido y, por ende, creo que tenemos que tratar de la misma manera a este remake.  Otro cantar sería el carisma y el interés que los personajes (Chucky aparte) que puede despertar hacia el espectador, que es francamente mínimo. Todas las escenas en las que no interviene el chisme son faltas de ritmo e insulsas, en especial su lenta introducción capaz de dormir a cualquiera. Problemas tiene cuando 90 minutos de metraje se te hacen largos y aunque la cinta tiene algunas escenas de matanza para divertir al público, son pocas pero de lejos lo mejor de la cinta, hace gala de un humor negro propio de la saga (y en algunos casos superior) y muy poca vergüenza en mostrarnos una película gore con técnicas de los ochenta impropias del cine mainstream actual.


Debuta en el largometraje Lars Klevberg que tiene otra cinta de terror, Polaroid, preparada pero aún sin fecha de estreno. Si bien no firma el guion, obra de Tyler Burton Smith, sí que llena la cinta de referencias hacia la cinta original, a la vez que añade elementos más propios de tiempos modernos, como tener que añadir por narices un grupo de críos a cubrir las espaldas del protagonista aunque a efectos prácticos no intervengan lo más mínimo en la trama. Protagoniza Aubrey Plaza (Amor Zombie, Scott Pilgrim contra el mundo) en el que hace lo que puede, es una actriz con muy buena vis cómica y con buena habilidad para improvisar, pero en esta cinta está atada de pies y manos y poco puede hacer con su personaje más allá de ser una madre sacrificada pero que no escucha a su hijo. Mil veces visto. Un caso parecido, aunque aún tiene mucho por demostrar es el joven Bryan Tyree Henry, con una buena interpretación pero un personaje muy limitado por las circunstancias. A destacar sobre todo y todos es al muñeco Chucky, pues se ha optado (para mí, la única decisión que no podían fallar) en utilizar un animatrónico, que es una auténtica locura tecnológica, pero sobretodo por la elección de su voz, pues Brad Douriff ha dejado el pabellón muy alto, han elegido a la única alternativa en la que podría no salir un desastre, y esta elección es Mark Hamill, conocido sobretodo por su interpretación de Luke Skywalker en Star Wars pero que en realidad, donde ha sentado auténtica cátedra es en el doblaje de personajes de dibujos animados. No por nada se le considera el mejor Joker de todos los tiempos.

En definitiva, la cinta no es un desastre pero en dos semanas te habrás olvidado de ella. No es mala opción si eres adolescente y vas con un grupo de amigos al cine, a ver si así pica el gusanito de ver cine de terror más clásico. Al resto que les interese la saga original pues la recomendaría para ver un nuevo enfoque (aunque peor) de la criatura.

Firma: Oriol Hernández.