Incredible Violence review


Un director fracasado está preparando su propia película. Reúne a un grupo de actores desconocidos en una vieja casa repleta de cámaras en medio del bosque. Sus intenciones no es la de rodar una cinta convencional.

Título original: Incredible Violence

Año: 2018

País: Canadá

Director: G. Patrick Condon

Guion: G. Patrick Condon, Ross Moore

Música: Adam Foran

Fotografía: Ian Vatcher

Reparto: M.J. Kehler, Stephen Oates, Michael Worthman, Kimberley Drake, Erin Mick, Meghan Hancock, Allison Moira Kelly, Patrick Foran


Prometía mucho y ofrece poco.

Estamos ante la ópera prima de G. Patrick Condon, con dilatada experiencia en el mundo del cortometraje, unas veces escribiendo el libreto, algunos produciendo y otros tantos dirigiendo. En Incredible Violence no hay duda que ha agarrado más de una referencia de su propia cosecha al mostrar la dificultad de un cineasta para conseguir financiación y lo que está dispuesto a hacer.


Un director fracasado está preparando su propia película. Reúne a un grupo de actores desconocidos en una vieja casa repleta de cámaras en medio del bosque. Sus intenciones no es la de rodar una cinta convencional.

La película cuenta una historia algo más densa de lo necesario. Lo que por el título parece una promesa de gore y desenfreno constante no pasa de un par de escenas curiosas y mucha charla entremedio. Quitando el hecho de que los actores no vean nada raro en lo poco convencional del proyecto no encaja demasiado con como van desarrollando sus personajes a lo largo de la cinta. Además el propio argumento de la cinta, que ya empieza de manera bastante irregular, va dando tumbos y reiniciándose varias veces hasta acabar en un desenlace sin demasiada emoción (ni sentido).

Incredible Violence no deja de ser un slasher con muy poca luz sin demasiadas ideas más allá de colocar a un número de personajes en un lugar e ir acabando con ellos uno a uno. No se escapa la disconformidad del director por como se está convirtiendo la producción de películas hoy en día pero era necesaria un par de vueltas más para hacer una película algo más redonda. El reparto, al igual que la película, nos da una de cal y otra de arena, un buen trabajo para M.J. Kehler (Red Hollow), Stephen Oates (Frontier) y Michael Worthman, los personajes protagonistas, están correctos en sus papeles, en especial Oates, que interpreta al mismo G. Patrick Condon. Pero el resto del elenco, en papeles más secundarios, no salen tan bien parados.


Película interesante si eres fan del cine de Mickey Keating y de las cintas que intenta grandes cosas con muy poco dinero. Los amantes de un estilo más efectista y menos innecesariamente enrevesado podéis pasar de ella.

Firma: Oriol Hernández.