Brimstone review


Título original: Brimstone

Año: 2016

Duración: 148 min.

País: Holanda

Director: Martin Koolhoven

Guión: Martin Koolhoven

Música: Junkie XL

Fotografía: Rogier Stoffers

Reparto: Guy Pearce, Dakota Fanning, Emilia Jones, Carice Van Houten, Kit Harrington, Paul Anderson, William Houston, Ivy George


Un western atroz y despiadado.

A menudo, y con esto le doy el 100% de la culpa al cine, se idealiza una época y solo se ven sus encantos pasando por encima de todo tipo de situaciones desagradables propias de esos tiempos, e incluso le añadimos elementos románticos a estos. Un ejemplo, ¿cuántas veces hemos soñado con ser un caballero errante de brillante armadura en la época medieval? Pero obviamos las enfermedades, la total falta de higiene o la esperanza de vida alrededor de los 50 años. Esta película muestra pocas bondades de una época tan romantizada como es el western. Pensamos rápidamente en cabalgadas hacia la puesta de sol, divertidas peleas sin sentido en un salón o épicas batallas contra los indios. Pero en realidad era una tierra sin normas donde el más ruin y por tanto, el más rico se alzaba como líder, donde se hizo un total holocausto sobre los indígenas del lugar y, en lo que Brimstone pone la lupa, la total humillación que vivía la mujer prácticamente desde su nacimiento en la que se la trataba como algo poco más que una herramienta.


A finales del siglo XIX, Liz es una joven madre muda que vive tranquilamente junto a su familia en un pueblo en el que ejerce de partera. Pero un día llega hasta allí un nuevo reverendo que parece que está relacionado con el pasado de Liz, ella le mira aterrorizada.

Brimstone es un thriller con algunas escenas sangrientas, una historia del gato y el ratón que dura años explicados en cuatro capítulos desordenados que cuentan la historia de Liz con el reverendo. Lo que me hace sospechar de que esta película estuvo planteada en un principio como una miniserie, todos los episodios tienen una duración similar e incluso lo que debería ser el final de cada uno es una especie de “continuará...”. Al pasarse al largometraje no se adaptó lo más mínimo por lo que tenemos muchos momentos algo redundantes que podrían suprimirse sin ver la historia troncal afectada y mejorando la sensación general.

Dirige y firma el guión el holandés Martin Koolhoven en su producción más épica y llamando a la puerta de Hollywood. La película está francamente bien dirigida, pero al guión le falla un poco la exageración de lo horriblemente inteligente que es el reverendo, con un plan que a veces se pasa de elaborado pero esto es cine, y lo que costaría de creer tal mente pérfidamente exacta aquí se observa con cierta expectación por ver su siguiente movimiento. Y culpa de esto es la espléndida actuación de Guy Pearce (Memento, Alien:Covenant) quien se come la pantalla en cada escena en la que aparece, un personaje tan pasado de vueltas que casi roza la parodia, en todo momento un ser humano terrorífico y despreciable. Protagoniza Dakota Fanning (Every Secret Thing, La guerra de los mundos) y Emilia Jones, interpretando ambas a un mismo personaje. Un 10 por el casting, pues las dos chicas son prácticamente idénticas pero con diez años de diferencia entre una y otra, además ambas son excelentes actrices con una proyección brillante. En papeles secundarios están por ahí Kit Harington y Carice van Houten (ambos en Juego de Tronos) con actuaciones sólidas, aunque el acento sureño de Kit chirría un poco. Destacar la banda sonora, que ralla a un nivel más que alto


Es una película recomendable para ver el lado oscuro del western, y aunque sus dos horas y media de duración se ven excesivas para la historia que quiere contar, Brimstone es una producción más que decente y que pone un tema tan importante como fue el abuso a las mujeres encima de la mesa.

Firma: Oriol Hernández.