The Survivalist review


Título original: The Survivalist

Año: 2015

Duración: 104 min.

País: Reino Unido

Director: Stephen Fingleton

Guión: Stephen Fingleton

Fotografía: Damien Elliott

Reparto: Martin McCann, Mia Goth, Olwen Fouere, Caitlin Deeds, Ciaran Flynn, Dexter Louca Godfrey, Ryan McParland, Hussina Raja, Douglas Russell, Andrew Simpson


Visceral y reflexiva.

Solo y aislado, así es como empieza el protagonista de la cinta interpretada por un soberbio Martin McCann. Nada transcurre con aparente normalidad, pues cada paso que da el protagonista es bajo la presión de sopesar cada posibilidad de peligro y esto, no es más que porqué nadie está a salvo, nadie en este nuevo mundo que el director novel Stephen Fingleton, nos presenta en su opera prima.

Un superviviente vive aislado en su pequeña casa donde conrea lo que puede para sobrevivir, estamos en un hipotético escenario futuro donde el consumo excesivo y la sobreexplotación de los recursos primarios y naturales han dejado sin reservas al mundo entero. La cuestionable tranquilidad del protagonista se verá alterada cuando aparezcan visitantes en su refugio.

El director novel inglés, propone una de las hipótesis formuladas por muchos observadores de la situación actual del mundo, y explotando esta, crea un mundo sin diálogos donde la desconfianza y la necesidad imperiosa de sobrevivir reina por encima de cualquier otra cosa, perdiendo incluso la humanidad de las personas.

Stephen Fingleton, quien hasta el momento había escrito y dirigido sus cuatro cortos anteriores, repite formula en el largometraje, de manera exitosa, pues escribe una historia que se sostiene a la perfección sin el uso, a veces imprescindible de la palabra, gracias en parte a una atmósfera que nos tele-transporta de inmediato a ese futuro, que, ¿quién sabe?, podría ser posible dentro de unos cuantos años. Magistralmente además, sabe sacar lo salvaje de los personajes, en cada uno de los actores.

El entorno donde se desarrolla la historia es curioso porque a pesar de ser al aire libre en muchas ocasiones, da la sensación que estamos en un lugar cerrado y eso es porque la tensión y ansiedad generada hace que no nos queramos alejar de la casa. La entrada en escena por parte de Mia Goth y Olwen Fouere, ambas sobresalientes en sus marcas, amplían esos horizontes, como si de esperanza se tratara, pero la tensión a su vez sigue aumentando, estamos pues, ante un film sin esperanza que te presiona la conciencia hasta dejarte fuera de control. Original, viva, necesaria, brillante, imprescindible, son todo ellos, adjetivos que corresponden al resultado final de esta obra. Bravo, por una película con semejante combinación de dirección y guión.

Altamente recomendable, bien desarrollada y de detalles muy cuidados.

Firma: Gerard FM.