Kung Fury review


Título original: Kung Fury

Año: 2015

Duración: 30 min.

País: Suecia

Director: David Sandberg

Guión: David Sandberg

Música: Mitch Murder, Lost Years, Patrik Öberg

Fotografía: Linus Andersson, Mattias Andersson, Jonas Ernhill, Martin Gärdemalm, Anton Hjalmarsson, Henning Sandström

Reparto: David Sandberg, Jorma Taccone, Steven Chew, Leopold Nilsson, Andreas Cahling, Erik Hornqvist, Eleni Young, Helene Ahlson, Per-Henrik Arvidius, Magnus Betnér, Björn Gustafsson, Eos Karlsson, David Hasselhoff, Frank Sanderson


Un divertido cortometraje atiborrado de caos y añoranza ochentera.

Con más imaginación que dinero, el cineasta sueco David Sandberg presentó en el pasado Festival de Cannes su sorprendente proyecto Kung Fury. Seleccionado en la Quincena de los Realizadores, ha recibido una buena acogida por parte de la crítica internacional presente en el certamen. Antes de embarcarse en tan surrealista maquinación, Sandberg se dedicó a dirigir anuncios de televisión y videos musicales, hasta que decidió llevar a cabo una exitosa campaña de crowdfunding para dar vida a esta imposible mezcla de géneros.

Parece imposible combinar en sólo 30 minutos, artes marciales, cine mitológico e incluso las series de detectives de los ochenta. Sandberg hace todo eso de la forma más excéntrica, para obtener un producto que destaca por su desparpajo y frescura. Únicamente tiene la humilde pretensión, de rendir un sincero homenaje a las películas de acción de los ochenta. El mismo se encarga del guión y de interpretar al protagonista, el fiero detective Kung Fury. También cuenta con la presencia de un secundario habitual de las comedias de Hollywood como Jorma Taccone, en el papel de Kung Fürher.

Miami, 1985. El departamento de policía sufre un atentado por parte del maníaco Adolf Hitler y Kung Fury viaja en el tiempo decidido a vengarse de él. En la travesía conocerá a personajes de lo más variopinto que le ayudarán a llevar a cabo su cometido.

Entretenido y enloquecido a partes iguales que gracias a sus frases tronchantes, sus situaciones imposibles y su indudable facilidad para reírse de sí mismo, hará pasar un buen rato a los espectadores con ganas de echar unas risas.

Firma: Sergio Bosch.