Crónica Festival de Sitges 2014 día 1


Viernes 3 de Octubre

Llegamos al hotel Meliá un año más donde me nos encontramos con compañeros y viejos conocidos. Recogemos las acreditaciones que nos permitirán trabajar para cubrir el Festival más importante de cine fantástico y terror, nuestro Festival, y el de tantos otros. Como cada año, nos obsequian con una mochila de la edición pertinente del Festival, en esta ocasión la 47 edición, observamos que la mochila parece mejor que la de anteriores ediciones, todo empieza bien.

Nos dirigimos hacia los cines Retiro para visionar a las 9:00h de la mañana la que va a ser la primera película para nosotros Creep, una found footage cargado de misterio donde disfrutaremos (o más bien sufriremos) con un cara a cara entre sus dos protagonistas. Es aquí donde aparece la magia de los festivales, como decimos entre colegas “peliculón”, sin más expectativas que nuestra propia intuición elegimos como primera película la que puede convertirse en una de las mejores del festival, original, divertida, entretenida, y con un final sorprendente.
Tras disfrutar de la obra prima de Patrick Brice continuamos con la película producida por Eli Roth y Nicolás López, The Stranger, técnicamente rallando la perfeccion y aderezado con una banda sonora de infarto. Como parte negativa remarcar un guión cargado de incongruencias que hace que este film acabe por defraudar.

Llegó uno de los platos “fuertes” nos toca visionar la sorprendente y aterradora en todos los aspectos The Babadook, destacar las brutales interpretaciones de sus dos protagonistas, sorprendiendo el gran temple del pequeño Noah Wiseman que debuta en este largometraje. Posiblemente después de ver esta aterradora película nos cueste conciliar el sueño durante unos días.
Seguidamente y en la misma sala disfrutamos de otra película sobre espíritus The Quiet Ones, muy bien ambientada, donde la primera mitad del metraje es un in crescendo brutal pero que su ritmo y lógica en el guión deja bastante que desear en su apartado final.
Un pequeño descanso en el terror y nos estrenamos esta edición con nuestro querido y respetado genero del thriller en Sitges, con el pase único de The Target, movido trhiller lleno de acción como nos tienen acostumbrados el cine coreano, no es de lo mejor que hemos visto de este mismo género pero no está nada mal.

Habiendo consumido prácticamente todo el día casi sin respiro asistimos a la gala inauguración donde Jaume Balaguero y el resto del equipo de [REC] 4, acompañados por el director del Festival, Ángel Sala presentan el film al público donde se pone punto y final a una saga prometedora que nació en el mismo Festival.
Se han repartido varios premios como Gran Premio Honorifico Roland Emmerich o La maquina del temps al protagonista de Django el italiano Franco Nero, el cual ha hecho todo su discurso en castellano.
También ha habido tiempo para recordar a todos aquellos de la gran familia del cine fantástico y género que nos han dejado este año.

El punto y final de la Gala lo ha puesto un corto de Rodrigo Cortés y la cuarta y esperada parte que cierra la saga [Rec], que ha conseguido momentos de aplauso entre el público, pero también algunas decepciones al alejarse del producto [Rec] al igual que hicieron sus predecesoras secuelas, dando casi por olvidada aquella magnífica película que nos hizo poner la piel de gallina el año 2007.


Nuestro colofón final a este gran día no podía tener mejor nombre, en el viejo e imponente Prado nos espera el maratón Japan Madness. Presentado por Enrique Galcerán de Casa Asia, que da paso a los verdaderos protagonistas de la noche, Mitsuke Kurando director de Gun Woman y la reina del splatter Asami.

Empieza la noche con nuestro querido y admirado Noboru Iguchi, con su nuevo film Live. Nos da lo que esperábamos, gore, colegialas en ropa interior y muchas risas que disfrutamos entre vítores y aplausos con el resto de asistentes.
Ahora era momento de Gun Woman, el thriller más brutal y sanguinario de los últimos años, una historia de venganza genial, donde Asami se borda su mejor papel en toda su extensa carrera.
Como colofón final a una noche brutal y cargada de gratas sorpresas, llegaba la película más bizarra de la noche. Torture Club como bien dice su nombre contaba las peripecias dentro de un club dedicado al sadomasoquismo, el Japón más bizarro elevado al máximo exponente.