It's in the Blood review


Título original: It's in the Blood

Año: 2012

Duración: 81 min.

País: Estados Unidos

Director: Scooter Downey

Guión: Scooter Downey, Sean Elliot

Música: Didier Rachou

Fotografía: Mike Simpson

Reparto: Lance Henriksen, Sean Elliot, Rose Sirna, Jimmy Gonzales, Doran Ingram, Andrew Varenhorst, Cameron Wofford, Cassie Kinchen, Dog, Gary Teague, Samantha Vine


Cuando las decisiones pesan demasiado.

It's in the Blood es más espesa que la niebla que aparece a lo largo de toda la cinta. Busca la intriga y dejarnos siempre con esa incertidumbre, pero lo único que consigue es acabar por aburrir al espectador. Técnicamente no está nada mal, pero carece de ritmo alguno a la hora de contarnos todo lo que sucede. Además ese excesivo abuso de flashbacks acaba de romper todavía más el ritmo a un metraje ya de por si roto.

Una familia marcada por la tragedia de una muerte. Un padre y un hijo se reúnen después de varios años sin saber nada el uno del otro, los motivos son la muerte de Iris, ya que Octubre culpa a su padre de no haber protegido a la familia cuando fue necesario. Pero la familia siempre es la familia y Octubre parece dispuesto a perdonar a su padre y por eso ha vuelto al hogar. Pero la pesadilla del pasado volverá a surgir cuando padre e hijo se adentren en el bosque y algo o alguien empiece a acecharles, deberán estar más unidos que nunca para poder seguir con vida.

Choca bastante el poder disfrutar de unas interpretaciones increíbles, tanto Sean Elliot y sobretodo el veterano Lance Henriksen están sublimes. Y en la otra cara de la moneda tenemos a su director, Scooter Downey que en mi opinión le pesa demasiado su debut y pese a tener las piezas correctas, no sabe encajar su puzzle. El guión, escrito por el actor Sean Elliot junto al mismo director, no sorprende demasiado ya que tenemos la sensación de haber visto todo lo que sucede en otras ocasiones, pero es cierto que tiene algo que le da una personalidad propia a la cinta. Pero vuelta a insistir Scooter Downey no acaba de aprovechar la materia prima que tiene y nos brinda una cinta interesante solo a medias.

It's in the Blood se podría definir como un cúmulo de buenas ideas llevadas a la nada. El grosor de la cinta es pura paja y desde el minuto 30 sabes cómo va a terminar, pero hay que reconocer que aunque sea previsible su parte final está muy bien llevada y no te deja mal sabor de boca.

Lo mejor: Las relaciones padre-hijo y hermano-hermana.
Lo peor: La incapacidad de crear una atmósfera que atrape.

Firma: Omar Parra.