Excision review


Título original: Excision

Año: 2012

Duración: 81 min.

País: Estados Unidos

Director: Richard Bates Jr.

Guión: Richard Bates Jr.

Música: Steve Damstra II, Mads Heldtberg

Fotografía: Itay Gross

Reparto: AnnaLynne McCord, Traci Lords, Ariel Winter, Roger Bart, Jeremy Sumpter, John Waters, Malcolm McDowell, Marlee Matlin, Matthew Gray Gubler, Ray Wise, Molly McCook, Natalie Dreyfuss


El terror de la adolescencia.

La adolescencia es una edad difícil. Al menos eso hemos oído siempre, nos lo han dicho por activa y por pasiva. Ese estado en la vida del ser humano tiene la ventaja que se cura con el tiempo. No obstante el tránsito por ella puede convertirse a veces en algo infernal. Richard Bates Jr. nos explica, de manera muy original, la historia de Pauline, una chica de 17 años con pensamientos un poco extraños y autodestructivos. Hace uso de unos diálogos mordaces para retratar con precisión quirúrgica, nunca mejor dicho, la enorme distancia que se puede llegar a vislumbrar entre un mundo adulto, totalmente absurdo, encorsetado y sin sentido, con un mundo adolescente que parece que esté enemistado hasta con las piedras.

Por otro lado hablaremos de las familias con forma de matriarcado. Esas terribles madres que insuflan a sus vástagos sus miedos, y sin darse cuenta, sus errores. Son personas que quieren lo mejor para sus hijos, sin duda, pero hacen más mal que bien. La figura del padre, en este caso, queda como un poco secundaria. Queda demostrado que no puede haber dos poderes bajo el mismo techo. No lo decimos nosotros, pero hasta que mentalmente no matamos a nuestros padres no logramos fajarnos de su influencia. Ya lo decía Jim Morrison en la excelsa The End: father, I want to kill you!!!, mother, I want to fuck you!!!, evidentemente Jim no era un asesino, pero explicó como nadie esa idea.

Permitirme que comente el entorno en el cual visioné esta gran película. Lo hice dentro del aluvión de magnífico cine proyectado en la maratón de 12 horas del XXXI Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, y dentro de una programación llena de grandes filmes. Quiero decir con esto, que estaba acompañada de obras de gran calibre, y consiguió resaltar entre todas ellas. Por muy esperada que fuera, no defraudó. Al contrario, consiguió convencer a todo el público.

Pauline es una rebelde adolescente que vive en el seno de una familia muy tradicional americana. Su hermana Grace está aquejada de una enfermedad degenerativa que hace que el ambiente en su casa sea, cuanto menos, que difícil. Pauline tiene dos obsesiones, perder su virginidad a toda costa y ser una reputada cirujana. Por otro lado, las discusiones con su madre son el pan de cada día. Lo que no sabe nadie, y nosotros sí, son los extraños pensamientos que la persiguen.

Gran cinta estadounidense que consigue meternos a fuerza de ingenio y humor ácido, en la mente de una adolescente que está como una cabra. Su guión es fantástico, y a pesar, como hemos comentado, de estar rodado de una manera algo cínica, no es frío en absoluto. Respira calidez e incluso algo de ternura. Consigue que empaticemos con la protagonista a través de unos diálogos que consiguen que sonriamos, e incluso soltemos alguna carcajada, en casi toda su duración. De todos modos el final es brutal e impactante y para nada simpático. Es lo que tiene ponerse en las manos de un debutante como Richard Bates Jr. Últimamente los debuts son sinónimo de calidad. Vamos con las interpretaciones. La bella AnnaLynne McCord se transforma aquí en una joven con la cara llena de acné, rebelde, descuidada y antisistema. Está magistral y consigue ampliamente la recreación de un personaje algo difícil. Mencionar también el papel de la madre, que está en las manos de una extraordinaria Traci Lords. Para acabar este análisis más técnico resaltar las suaves, pero muy bien conseguidas, escenas gore, nos damos cuenta enseguida que esto no es lo más importante del film.

Estamos ante una obra sorprendente, por su calidad y buenas intenciones. Da la impresión de que perdurará en el tiempo y creo que, si la visionáramos dentro de un tiempo, no perdería frescura. Trata un tema que es imperecedero y está muy bien rodado. Es una de las obras cumbres de este magnífico, cinematográficamente hablando, año 2012. No os la perdáis.

Firma: Josep M. Luzán.