Aftershock review


Título original: Aftershock

Año: 2012

Duración: 90 min.

País: Estados Unidos

Director: Nicolás López

Guión: Eli Roth, Nicolás López, Guillermo Amoedo

Música: Manuel Riveiro

Fotografía: Antonio Quercia

Reparto: Eli Roth, Andrea Osvárt, Nicolás Martínez, Ariel Levy, Lorenza Izzo, Natasha Yarovenko, Miguel Asensio, Selena Gomez


Puro divertimento, sin más pretensión que la de entretener.

Aftershock nos aboca al negro abismo de la vileza humana más profunda. Es indudable la predisposición del ser humano para cometer todo tipo de atrocidades si la coyuntura del momento lo permite. En este caso, instantes después de un devastador terremoto y el lugar, la hermosa ciudad chilena de Valparaíso. El director y guionista Nicolás López que tuvo su debut con Promedio Rojo, ofrece una película pensada como un divertimento y como tal se ha de ver. El resultado, un producto repleto de acción trepidante y sin ningún tipo de límite para la barbarie. El metraje se divide en dos secciones claramente diferenciadas. La mitad inicial contiene una exhaustiva, y demasiado extensa, presentación de los personajes y de su disipado estilo de vida. Y el segundo segmento, cuando se desata el terremoto, es el momento donde el film comienza a ponerse serio.

Qué decir de Eli Roth que no sepamos ya. Sus legiones de seguidores se cuentan por miles y es que el hombre cuenta con un extenso catálogo de producciones, que dentro del género terrorífico, son ya obras de culto. La salvaje Cabin Fever o las dos primeras entregas de la saga Hostel, lo demuestran. El tipo sabe rodearse de los mejores y además tiene un talento natural para eso de hacer sufrir al prójimo. Aquí es productor, guionista y también interpreta a uno de los protagonistas, el llamado Gringo, sin destacar mucho, pero el papel tampoco necesita de regios alardes escénicos y puede decirse que cumple con su trabajo de forma correcta. Pero es Nicolás Martínez el que destaca por encima del resto. Al encarnar a Pollo se muestra natural, expresivo y divertidísimo. Aporta esa chispa tan necesaria que los demás carecen.

Un grupo de acomodados y jóvenes estadounidenses, viajan a Chile con la intención de disfrutar de unas vacaciones de juerga y desmadre. Las cosas no van como ellos pensaban, ya que ligar resulta ser una tarea harto difícil. Por fin conocen a tres turistas europeas y juntos van a la ciudad de Valparaíso, que según se dice están las mejores fiestas. Todo se complica cuando de repente y en plena fiesta, un terrible terremoto destruye la ciudad entera. Los jóvenes deberán utilizar todos los recursos disponibles, para sobrevivir en el nuevo entorno social que se ha instaurado.

Solvente cinta que sin destacar en ningún apartado, cumple con corrección todos los requisitos técnicos, argumentales e interpretativos. Muy recomendable para cualquier seguidor del género, por el alto grado de tensión emocional que viene implícito, en las múltiples escenas de sobrada crudeza visual.

Firma: Sergio Bosch.