The Murder Farm review


TITULO ORIGINAL: Tannöd

AÑO: 2009

DURACION: 97 minutos

PAIS: Alemania

DIRECTOR: Bettina Oberli

GUIÓN: Bettina Oberli, Petra Lüschow (Basada en la novela de Andrea Maria Schenkel)

MÚSICA: Joan Söderqvist

FOTOGRAFÍA: Stéphane Kuthy

REPARTO: Julia Jentsch, Monica Bleibtreu, Filip Peeters, Gundi Ellert, Volker Bruch, Andreas Buntscheck, Janina Stopper, Nils Althaus, Bern Tauber.

Después de la Segunda Guerra Mundial, en Alemania todo eran miserias. Miserias esencialmente materiales, pero también espirituales. Al carácter de la época se une, en este film, el de una sociedad cerrada dentro de la Alemania rural. La Iglesia tenía mucho poder en ese período, y éste flota durante toda la cinta como un manto etéreo, lúgubre, oscuro y para nada redentor Por otro lado los instintos son primitivos, salvajes. Película dura como pocas, enaltece la violencia. Una violencia justificada y no mostrada en su plenitud, pero no por eso deja de impresionar. También tenemos mensajes subliminales como el del mito de Caperucita Roja vagando sola por el bosque, que aparece como símbolo de la sexualidad, también muy presente ésta en toda la proyección. Una sexualidad por otra parte nada erótica, sino al contrario, ruda y salvaje.

En una granja separada del pueblo más cercano por un espeso bosque, vive una familia a la cual han asesinado brutalmente junto a una criada acabada de llegar. Después de dos años sin hablar del tema y de no descubrir al culpable, se reabre la polémica con la llegada de una mujer emparentada con la familia. Asiste al funeral de su madre. Todo se mueve en ese momento, incluso hasta las conciencias de los habitantes.

Formidable y acongojante película que plasma una época no tan lejana como parece. Las envidias, recelos, sospechas, acusaciones, peleas por herencias, también por la tierra se reflejan aquí con toda su crudeza. Todo es alemán, hasta los perros, magníficos ejemplares de rottweiler. Los actores realizan magistralmente su trabajo, creíbles y al mismo tiempo muy sobrios. También se ve algún que otro tanque de cerveza que creo que amenizó el proceso de creación de los guionistas. No obstante ¡viva la cerveza!, pues el guión es magnifico. Eso si, con constantes flashbacks que hacen, aunque sea un poco, que cueste seguir el hilo. Quizás haya que meterse en el cuerpo alguno que otro quintillo antes de entrar a verla...

¿Has tenido alguna vez alguna duda en ver una película?, que no sea este el caso. Ves directamente a verla y disfruta de la dirección, el guión y autor de la novela que son totalmente femeninos. Eso si, creo que con un botellin de cerveza bastará.

Firma: Josep M. Luzán.