The Dead review


TÍTULO ORIGINAL: The Dead

AÑO: 2009

DURACIÓN: 99 min.

PAÍS: Reino Unido

DIRECTOR: Howard J. Ford, Jonathan Ford

GUIÓN: Howard J. Ford, Jonathan Ford

MÚSICA: Imran Ahmad

FOTOGRAFÍA: Howard J. Ford, Jonathan Ford

REPARTO: Elizabeth Akingbade, Benjamin C. Akpa, Stephen Asare Amaning, Anthony Arinze, Kwesi Asmah, Edward Bruce, Genardo Campbell, Mark Chapman, Ben Crowe

Si alguna vez se desatara una invasión zombi esta película podría convertirse en todo un manual de supervivencia, ya que no veremos una demencial demostración de violencia gratuita y los protagonistas conservan la calma en todo momento, como debería de ser en caso de encontrarse en una situación como esta, racionando la munición y manteniendo el sigilo en todo momento. La sensación de peligro es constante y la necesidad imperiosa de no dejar de moverse hace aun más terrorífica la situación.

Esta modesta producción, que podría calificarse como una zombi road-movie, me ha impactado desde el primer fotograma, por el realismo que demuestra, por la tristeza que desprende, la soledad y los magníficos paisajes de Ghana y Burkina Fasso. Es de agradecer que los zombis se muevan lentamente y que no sean criaturas capaces de batir la plusmarca mundial de los 100 m. como sucede en las últimas producciones de este género. Los efectos de maquillaje son escalofriantes pero sin pasarse, enseñando algunos zetas más dañados y descompuestos que otros (como creo que sería en la realidad). La fotografía me ha parecido excepcional, mostrando algunos planos de bellísima factura realmente inolvidables.

El teniente Brian Murphy (Rob Freeman) es el único superviviente de un accidente aéreo que de repente se encuentra solo y prácticamente sin equipo en una área infestada de muertos vivientes, cuando está a punto de perecer, el sargento Daniel Dembele (Prince David Osei) acude en su ayuda y juntos recorrerán el largo camino haciendo frente a las hordas de no-muertos, buscando una salida al infierno que parece haberse extendido por todo el continente.

Excepcional película de los hermanos Ford en la cual demuestran que se pueden realizar grandes obras sin disponer de un presupuesto multimillonario. No he podido encontrar ningún "pero" a la cinta (me gusta todo). Absolutamente recomendable para todos aquellos que tengan ganas de pasar un "mal rato".

Firma: Sergio Bosch.