Cannibals and Carpet Fitters review


Título original: Cannibals and Carpet Fitters

Año: 2017

Duración: 83 min.

País: Reino Unido

Dirección: James Bushe

Guion: Richard Lee O'Donnell

Música: Juan Iglesias

Fotografía: Gerard Giorgi-Coll

Reparto: Darren Sean Enright, Richard Lee O'Donnell, Zara Phythian, Christopher Whitlow, Dominic Holmes, Jessica-Jane Stafford.


Comedia negra sin pretensiones, pero desaprovechada.

El cine británico si una cosa le sale bien, si en algo se les puede llamar auténticos especialistas es en la comedia negra, y si además le añades la variable de toques gore pues ya tenemos al caballo ganador. Ahí quedan Shaun of the Dead de Edgar Wright (2004), The Rocky Horror Picture Show de Jim Sharman (1975) o An American Werewolf in London de John Landis (1981). Y es injusto comparar estas grandes obras con Cannibals and Carpet Fitters, pues es una cinta de bastante menor envergadura y con un guion mucho más plano, pero también es de recibo comentar que si bien es una cinta entretenida y en algunos momentos divertida, podría haber sido mucho más redonda si se hubiera afinado un poco más la comedia.


Una empresa de instaladores de moquetas repleta de peculiares trabajadores llega a una mansión en medio del bosque para colocar el nuevo suelo de la planta baja. Lo que no sabían es que la familia que habita allí tiene otros planes para ellos.

Es una cinta muy sencilla, con un desarrollo muy básico y centrada absolutamente en las escenas de enfrentamiento entre los desgraciados trabajadores y la agresiva familia. No se puede evitar la comparación con La matanza de Texas (1974), que cambiando el árido escenario del sur de Estados Unidos por la campiña inglesa y, evidentemente, suprimiendo todo el humor de Cannibals..., nos quedan dos cintas con muchísimos paralelismos entre ellas. Donde sí que ésta película destaca en positivo son las escenas más sangrientas, un trabajo de maquillaje y prótesis muy notable, utilizando técnicas clásicas pero con pequeños elementos más modernos que hacen el resultado final de un nivel altísimo.

Dirige su primer largometraje James Bushe pero con una interesante carrera en el corto, enfocada en el terror con monstruos y algunos toques gore. Destacan el corto del 2014 que sirvió de inspiración para esta película y de idéntico título, y Predator: Dark Ages (2015), trabajo no oficial de casi media hora de duración enfocada en la cacería de la emblemática criatura en la época de las cruzadas, en mi opinión, su trabajo más interesante hasta la fecha. En términos de dirección ya está preparado para dar el salto a trabajos con más pretensiones, pues esta cinta se le nota un encorsetamiento importante, imagino que debido a temas presupuestarios, pues casi toda la cinta ocurre en dos o tres escenarios muy recurrentes y algunos miembros del reparto no se puede decir que hagan un gran trabajo, lo que le da a la cinta un aire a película amateur que no hace justicia a la dificultad en este tipo de rodajes. Donde yo creo que la cinta pincha verdaderamente es en el guion, no tanto en el argumento, que no tiene nada del otro mundo pero es que tampoco lo necesita, sino más bien en los “gags”, en las escenas puramente cómicas, pues salvo algún momento puntual no es una cinta especialmente graciosa, si es divertida, pero no hay picos de humor que te saquen una carcajada, una media sonrisa como mucho en un par de momentos. Y si una comedia pura no te hace reír entonces aquí falla algo. Protagonizan Darren Sean Enright (Cockneys vs Zombies) y Richard Lee O'Donnell (Zombie Hood), además este último es el único guionista de la cinta, y aunque su trabajo en la interpretación es correcta (dentro de los parámetros de cachondeo que hay) sí que podría haber desarrollado un poco más el humor más allá de chistes fallidos y que en ocasiones no superan la comedia física.


En definitiva, no es una cinta terrible y tiene algunas ideas interesantes, pero está lejos de grandes cintas con planteamientos similares que si se atreven a ir a un paso más allá, sobretodo en cuestión de diversión. Destacar el trabajo en el gore y su más que correcta dirección.

Firma: Oriol Henández.