Entrevista a Milena Smit y Jaime Lorente, protagonistas de Tin & Tina

¿Cómo os embarcáis en este proyecto? Jaime Lorente: Pues me llama mi representante porque Rubin se interesa por mí. Me pasa el guion, que me parece muy especial y tuve poca duda.
Foto de Manu Trillo

¿Cómo os embarcáis en este proyecto?

Jaime Lorente: Pues me llama mi representante porque Rubin se interesa por mí. Me pasa el guion, que me parece muy especial y tuve poca duda.

Milena Smit: Yo un poco lo mismo. Estaba trabajando bastante, pero apareció el guion y me parecían muy interesantes los conflictos a los que mi personaje de Lola se enfrenta; y sobre todo desde qué lugar se trata el tema de la religión.


Es la primera vez que ambos os enfrentáis a una película de misterio y terror, ¿No?

Jaime Lorente: La primerísima, y muy contento porque ha sido un rodaje muy especial. Y luego rodar una película de terror da menos miedo que verlas. El género no ha sido un yugo a la hora de actuar, hemos intentando contar una realidad que fuera posible.

Milena Smit: Tampoco diría que es solo terror. He hecho más thriller como No matarás, muy contenta porque el terror es un género que consumo mucho como espectadora. Me ha encantado interpretarlo.


Tin & Tina se ambienta entre 1981 y 1982, momentos donde el hombre se iba a trabajar mientras la mujer se quedaba en casa. Vosotros sois de una generación muy posterior. ¿Cómo os habéis preparado unos personajes tan distintos en el tiempo y mentalidad?

Jaime Lorente: Bueno, es hacer un trabajo de composición coima cualquier otro, es más fácil cuando los guiones están bien escritos, como el de Tin & Tina. Al final es sumergirse en una época, cuestionarse unas cosas porque en ese momento la gente se cuestionaba pocas cosas y lo que se cuestionaban eran de puerta para dentro.

Esto es algo de lo que más me llamó la atención del proyecto: si no me leo el guion y me cuentan que va a ser una película de época sobre una pareja que adopta dos niños me hubiera ido en un sentido predeterminado de cómo eran los años ochenta, pero el guion te cuenta cómo es una familia de puertas para adentro con las cosas que estaban pasando. Hay cambios como que de repente los roles empiezan a cambiar, se empiezan a sentir incomodos, la relación tan extremista con la religión. No hemos tenido grandes referencias, no hemos tenido que investigar mucho fuera de lo que es la propia historia.

Milena Smit: Rubin tenía varias referencias pero creo que nosotros nos lo hemos llevado a algo más nuestro, en los ensayos ya hablamos de cómo era la vida de estas dos personas a partir de nuestra propia intuición y la creación que queríamos hacer ambos con la relación que tienen y con los personajes. Ahí fueron surgiendo el pensamiento más moderno de Lola o el pensamiento más clásico de Adolfo.


¿Dedicasteis mucho tiempo a los ensayos?

Jaime Lorente: Mucho, sí. Al final, sobre todo Milena y yo, creamos la historia pasada de Lola y Adolfo. Puedes pensar cuando vas a ver la película sobre un hombre machista con la mujer dentro de casa, desentendiéndose de muchos quebraderos de cabeza, que es un matrimonio que no se quiere, pero no es así: son roles preestablecidos y ahí es donde nace el drama, que se quieren pero a veces el amor no es suficiente. O transicionas con las cosas o te quedas en tu casa, que es lo que quiere hacer Adolfo.


El último tercio es un plano secuencia de 20 minutos, que es de una gran exigencia física, emocional e interpretativa. ¿Cómo lo gestionasteis?

Jaime Lorente: La carga la lleva Milena.

Milena Smit: Hacíamos ensayos mecánicos.

Jaime Lorente: Fueron tres noches y yo solo rodé la mitad de la primera.

Milena Smit: Esas tres noches fueron muy duras, me acuerdo que llegaba a casa por la mañana y no cogía el sueño. A partir de la segunda noche, para la tercera me fui de empalme ya que no pude dormir ni un minuto por el nivel de tensión, adrenalina, cansancio. Me pasaba que estaba tan cansada que no podía dormirme.

Cada día de rodaje iba con el steady por delante y detrás, y acordarme de las marcas para detenerme, girarme, hacer esto y lo otro.

Jaime Lorente: Fue duro pero quedó de puta madre (risas).


¿Cuál es vuestra película de terror favorita?

Jaime/Milena: Hereditary.

Jaime Lorente: No soy consumidor de terror, entonces si le gusta a Milena, a mi también.

Milena Smit: Me gusta mucho estéticamente, el tono que tiene. Me acuerdo cuando la vi, lo que más me llamaba la atención eran los tonos grises y verdes que hay en cada imagen. Las interpretaciones eran una barbaridad, recuerdo que me aprendí un dialogo; me ponía esa escena en bucle.

Luego también los sustos que no son predecibles y eso es lo que más me gusta cuando estoy viendo una peli de terror.